La compra de un smartphone conlleva la contratación de una tarifa plana o semiplana de datos asociada al dispositivo, ya que este contempla el acceso a Internet como una función tan importante como las conversaciones de voz. Los terminales se conectan de forma automatizada a la Red para recibir información, actualizar aplicaciones, enviar y recibir correos o comunicarse por mensajería instantánea, entre muchas otras posibilidades. Sin embargo, en el momento en que el usuario viaja a un país extranjero, los precios acordados por la conexión desaparecen y se disparan nuevas tarifas “de acceso en roaming“, que pueden resultar muy gravosas.
La solución más recomendable es apagar el dispositivo o bloquear el acceso a datos en itinerancia, lo que imposibilita que el terminal se conecte a Internet cuando está fuera del país. Pero esta estrategia va en contra del comercio electrónico común europeo y la economía digital geolocalizada en el entorno UE, por lo que la Unión aboga por revisar las tarifas de roaming e, incluso, estudia suprimirlas e imponer precios estándar para toda la zona.
Servicios necesarios fuera de casa
Los consumidores europeos se muestran preocupados por el alto coste, tanto en las llamadas como en el acceso de datos, cuando no están en su país de origen o donde firmaron el contrato telefónico. Según se desprende del Eurobarómetro de febrero de 2011, realizado por la Unión Europea mediante una encuesta a 26.500 personas de los 27 países miembros, el alto coste de las tarifas en roaming se sitúa entre las principales quejas de los usuarios, que reclaman un espacio común tarifario donde puedan hacer uso de sus aplicaciones para el móvil, ya que muchas de ellas son especialmente útiles cuando están fuera de casa.
El servicio que más utiliza en el extranjero el 15% de los usuarios españoles es el acceso a datos en itinerancia
De esta encuesta, también se desprende que el servicio que más utiliza en el extranjero el 15% de los usuarios españoles es el acceso a datos en itinerancia, lo que viene a confirmar la dependencia de las aplicaciones en tales situaciones, ya que muchas de ellas son plataformas de recomendaciones de establecimientos, como tiendas, restaurantes, bares o, incluso, farmacias, así como mapas y servicios de geolocalización.
La Unión Europea quiere acabar en los próximos meses con estos abusos tarifarios de los operadores de telecomunicaciones, según consideró la comisaria de la Sociedad de la Información, antigua comisaria de la Competencia y también vicepresidenta, Neelie Kroes. Ya lo hizo en pasados años al poner un tope máximo al coste de los mensajes cortos (SMS) enviados en los países miembros de la Unión, así como al impulsar una rebaja en los precios de las llamadas a móviles en roaming, si bien son todavía hasta tres veces más caras que las tarifas nacionales.
Datos de oro
Así lo han manifestado fuentes de la comisión en el reciente congreso mundial de móviles, Mobile World Congress, celebrado en Barcelona. Kroes estima que el coste en el país de origen del usuario en la descarga de un megabyte de información cuesta alrededor de 0,05 euros, mientras que al realizar esta descarga fuera del país de origen, el coste ronda los 2,6 euros. Esto sitúa el precio de los datos en valores similares a los del oro.
No tiene sentido que un servicio básico se incremente entre diez y veinte veces con el roaming de datos, cuando se visita otro país de la UE
Kroes también declaróque «no tiene sentido que un servicio básico con el roaming de datos se incremente entre diez y veinte veces cuando se visita otro país de la UE, respecto al mercado de origen». La comisaria apuesta por iniciar la unificación del espacio telefónico europeo, como paso previo a la creación de una economía digital global en la zona euro y otros países socios.
En la actualidad, algunos de los principales operadores de telecomunicaciones en España disponen de planes de servicios de datos mediante tarifas planas o semiplanas que incluyen datos en itinerancia. Vodafone pone a disposición de sus clientes varias tarifas de datos semiplanas para smartphones que incluyen, según el plan elegido, entre 50 y 250 megabytes en roaming.
Para una navegación esporádica, los principales operadores cobran tarifas diarias demasiado elevadas
Para una navegación esporádica, los principales operadores –Vodafone,Orangey Movistar– cobran tarifas diarias muy elevadas de acceso a la red de datos, ya que se sitúan entre los dos y los cuatro euros para un tráfico máximo de entre uno y dos megabytes. Con esta tarifa, muy cara y limitada, solo es recomendable consultar el correo en caso de necesidad y sin descargar archivos adjuntos, que podrían penalizar mucho las facturas a final de mes, una vez regresados los usuarios de su viaje. Por otro lado, estos operadores disponen de un servicio para el control de consumo en itinerancia, que avisa al usuario cuando la tarificación supere el límite establecido.
Los usuarios en movilidad en Europa que solo deseen estar al tanto de sus mensajes de correo electrónico cuentan con la alternativa de utilizar el dispositivo Peek. Este aparato portátil, que no es un teléfono móvil, accede a un máximo de cinco cuentas de «web mail» por un coste fijo mensual, con independencia de donde esté el usuario. El precio del aparato es de 148 euros e incluye un contrato por seis meses. Una vez finalizado el mismo, la tarifa mensual es de 19,95 euros.
El pasado mes de noviembre, se conocióla noticia de que España y Portugal estudian firmar un acuerdo bilateral para eliminar en 2015 los cargos de itinerancia entre las operadoras que trabajen en ambos países. De esta forma, las llamadas realizadas por ciudadanos de uno u otro estado ibérico no se verán afectadas por la zona donde se encuentre el usuario. En otras palabras, podrán realizar llamadas tanto desde España como desde Portugal sin un aumento en la tarificación.
Este acuerdo, que cuenta con el apoyo de la Unión Europea, puede significar el principio de otros acuerdos entre países miembros para acabar con el roaming en Europa. Según la vicepresidenta Kroes, la imposición de tarifas de roaming en la telefonía móvil es una medida obsoleta. Sin embargo, algunos reguladores europeos han advertido en tono de amenaza que la eliminación del roaming puede suponer la subida de las tarifas nacionales.