El spam o correo basura sigue siendo una de las lacras de Internet. Por mucho que se intente, todavía cuesta librarse por completo de él, y no resulta extraño recibir de vez en cuando en el correo electrónico alguno de estos mensajes publicitarios no solicitados. Pero el spam no es solo molesto, sino que puede llegar a ser una amenaza para la seguridad online. ¿Hay alguna forma de evitarlo? En este artículo se dan cinco pautas para minimizar la cantidad de spam que llega al correo: entre ellos, usar direcciones temporales, darse de baja de listas inútiles y utilizar filtros de spam.
¿Qué es el spam?
Se denomina spam a los mensajes no solicitados, no deseados o de remitente desconocido, enviados en general de forma masiva y con carácter publicitario (aunque también cada vez más como arma de phishing para obtener los datos del destinatario).
El nombre viene en realidad de un tipo de carne enlatada, llamada spam como abreviatura del inglés spiced ham («jamón con especias»), que se enviaban de forma masiva a los soldados soviéticos y británicos durante la Segunda Guerra Mundial para su consumo. Más tarde, el grupo cómico británico Monty Python realizó un sketch donde hacía broma con este tipo de carne, que acompañaba todos los platos del menú de una cafetería. Dado su carácter de elemento no deseado, se empezó a denominar así a todos esos correos comerciales que inundaban las bandejas de entrada.
Los mensajes de spam supusieron durante el pasado 2015 más de la mitad de todo el tráfico de correo electrónico en Internet. Y aunque estas cifras por suerte van descendiendo, lo que no deja de crecer es el empleo del spam como canal de distribución de todo tipo de estafas online. Pero, ¿es posible librarse del spam? Es probable que no del todo, pero sí que puede reducirse su número, minimizando de esta forma su impacto en la productividad. Es cuestión de seguir estos cinco consejos.
1. No dar la dirección de correo electrónico a cualquiera
Una dirección de correo electrónico es tan personal como la dirección postal o el número de teléfono. Y como tal, no debería darse alegremente a cualquiera que la pida, ni tampoco ponerla en formularios online, redes sociales o foros de Internet.
Habrá momentos en que sí se tenga que cederla, como cuando se crea una cuenta en algún servicio online. Pero se trata de ser un poco más precavidos y pensárselo dos veces antes de introducir la dirección electrónica en cualquier web.
2. Usar una dirección electrónica temporal
Otra forma de evitar la invasión del spam es usar una de esas llamadas direcciones de correo temporales. Son servicios que generan direcciones electrónicas aleatorias que, o bien tienen una fecha de caducidad fija, o se borran solas si no tienen actividad durante un periodo fijo de tiempo, o desaparecen al cerrar el navegador.
Hay numerosos servicios de este tipo, como Temp Mail, ThrowAwayMail o Guerrilla Email, que incluso permite el envío de mensajes, y son una excelente alternativa para emplear en sitios web que no se tiene la intención de visitar de nuevo.
3. No responder los correos no solicitados
Muchos de los correos de spam no solicitados que se mandan cumplen una mera misión de «globo sonda», es decir, se envían solo para saber si esa cuenta existe y si su propietario la mantiene activa. Luego, en caso de responder, pueden llegar otro tipo de mensajes, incluso con ficheros adjuntos (que nunca se deberían abrir).
Lo mejor en estos casos es no responder el correo en cuestión, y ni tan siquiera abrirlo. En muchos casos el asunto del mensaje dejará claro que es spam, así que no hay más que seleccionarlo y enviarlo a la papelera.
4. Usar los filtros anti-spam
La mayoría de servicios de correo electrónico cuentan con filtros que evitan la entrada de spam a la bandeja de entrada. Estos cuentan ya con una base de datos que les permiten detectar los formatos más comunes de spam, filtrándolos al momento y enviándolos de forma automática a la carpeta de spam.
Sin embargo, además de lo que el filtro ya tenga incluido en su base de datos, el usuario puede ir perfeccionando y refinando su propio algoritmo de detección de spam. Puede indicarle los mensajes no deseados que hayan pasado el filtro, de forma que la próxima vez que se reciba un mensaje similar, irá directo a la bandeja de spam.
5. Darse de baja de los correos inútiles
Otra función que está incluida en los clientes de correo electrónico es la posibilidad de darse de baja de los correos no deseados, cuando estos son boletines de envío periódico. Pueden ser tanto boletines a los que en su día el usuario se apuntó pero que ya no le interesan o que tan solo alguien le ha apuntado sin permiso.
En clientes como Gmail, este tipo de spam activa una función que permite darse de baja de manera automática de ellos. Si no, estos mensajes tienen un enlace en la parte inferior de los mismos para tramitar la baja de forma manual. Por último, también es posible darse de baja de múltiples boletines a la vez y con más comodidad usando Unroll.Me, una web creada para este servicio.
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