Eben Moglen la definió como “la universidad más interesante del momento” cuando acudió a dar una conferencia para sus alumnos. La Universitat Oberta de Catalunya, UOC, que comenzó a impartir a través de TV3 en sus inicios, supo dar el salto a la Red justo cuando ésta se popularizaba. Desde entonces, su desarrollo en el ámbito digital ha sido impecable y se ha ensalzado en todo el planeta. Hoy en día cuenta con más de 54.000 alumnos de todos los países, pero sobre todo de España y Latinoamérica. Según el mallorquín Llorenç Valverde, vicerrector de Tecnología de esta universidad, el secreto de su éxito es estar siempre al tanto de los avances técnicos, y también sociales, e integrarlos lo antes posible a un método de enseñanza que prefiere “acompañar al alumno en su aprendizaje” en lugar de “saturarlo con informaciones”.
El prestigio de una institución académica no depende tanto de la lengua que usa, sino del modelo de aprendizaje que tiene, de cómo se aplica, de quién lo aplica y, sobre todo, de la calidad percibida, primero, por los estudiantes y, después, por el resto de la sociedad. Dicho esto, cabe subrayar que en la UOC no sólo se imparten cursos en catalán, sino también en castellano, inglés, francés, etc., porque es una universidad global.
“Nacimos con vocación de universidad on line al mismo tiempo que llegaba Internet a los hogares”
Nos distinguimos del resto de universidades no presenciales en que nacimos ya para ser una universidad on line -que no es sinónimo de “a distancia”- casi al mismo tiempo que llegaba Internet a los hogares y con una metodología “ad hoc”, que explotaba las ventajas que la tecnología ponía a nuestra disposición. A la vez, minimizaba algunas de las desventajas de la no presencialidad o universidades “a distancia”. Los fundadores de la UOC fueron pioneros al poner el énfasis donde lo pone ahora la reforma de Bolonia, es decir, en los procesos de aprendizaje de los alumnos. Su metodología persigue acompañar con eficacia al alumnado en su progreso, es decir, pone al estudiante en el centro de toda la actividad de aprendizaje.
La UOC nació para proporcionar estudios superiores on line en catalán y, por ello, el precio de la matrícula en las titulaciones homologadas en esta lengua está subvencionado y fijado en el mismo decreto de tasas que cada año establece la Generalitat de Cataluña para el sistema universitario público. Para el resto de titulaciones, el precio de la matrícula es el de coste real. Sin embargo, buscamos la manera de conseguir que las tasas para estas titulaciones sean inferiores.
“En la actualidad, la UOC cuenta con más de 54.000 alumnos distribuidos en más de 80 países”
En la actualidad, la UOC cuenta con más de 54.000 alumnos distribuidos en más de 80 países. La mayoría de nuestros estudiantes se sitúan, geográficamente, en los territorios de habla catalana. Sin embargo, hay un porcentaje significativo de estudiantes en el resto de España, Latinoamérica -la UOC tiene una delegación en México D.F. y alianzas con otros países de América- y estamos inmersos en una estrategia de internacionalización que contempla, por supuesto, el mundo anglosajón, Europa, Asia y África, donde llevamos a cabo importantes proyectos de cooperación.
Las tecnologías digitales están situadas en el núcleo del funcionamiento de la UOC. Como ya he mencionado, la universidad empezó su singladura al mismo tiempo que Internet empezaba a llegar a los hogares, hace ahora 15 años.
Es difícil estar al 100% de optimización tecnológica, aunque lo intentamos de forma constante. Además, las tecnologías evolucionan sin parar y ése es un reto al que nos enfrentamos cada día.
“Tenemos un modelo distribuido: somos una universidad en red y en la Red”
En efecto, es un modelo distribuido: una universidad en red y en la Red. La evaluación no tiene en cuenta la asistencia, sino la realización de las correspondientes pruebas de evaluación continuada, propuestas, acompañadas, guiadas y corregidas por los profesores correspondientes. Toda esta interacción se realiza a través de Internet, de nuestro campus virtual; en definitiva, de nuestro entorno on line de aprendizaje.
Los alumnos se distribuyen por cursos y grupos y disponen de aulas virtuales, que es el espacio donde interaccionan entre ellos y también, por supuesto, con el profesor. Además, tienen otras herramientas que facilitan esa interacción, como son los foros propios de la asignatura y los foros de la UOC, donde participan alumnos de diferentes grados -o titulaciones-. Por otra parte, ya hemos realizado un curso piloto en Facebook y preparamos más herramientas 2.0 para la comunidad UOC y para experimentar el potencial educativo de las soluciones y entornos 2.0.
“Ya hemos realizado un curso piloto en Facebook y preparamos más herramientas 2.0 para la comunidad UOC”
Algunas veces, en encuentros propiciados desde la misma universidad y, más a menudo, “motu proprio”. Por otra parte, disponemos de una red de sedes en el territorio, en las cuales los alumnos tienen salas de reunión y de lectura, en las que además se organizan actividades dirigidas a nuestros estudiantes y a la población en general.
Por supuesto que sí. Hace unas semanas hemos puesto en funcionamiento el repositorio institucional en abierto destinado a contener tanto materiales como todo tipo de recursos de aprendizaje. Todo ello sin olvidar que ya hace algunos años publicamos nuestros materiales de nueva producción bajo licencias Creative Commons, que somos miembros fundadores del Open Course Ware Consortium (OCW) y que en nuestro sitio en OCW ya hay muchos materiales publicados en abierto y en cinco formatos diferentes: PDF, web, podcast, videolibro y libro electrónico. Esta tendencia de recursos de aprendizaje en abierto se consolida a lo largo y ancho del globo y, además de imparable, no tiene vuelta atrás.
“La tendencia a poner los recursos de aprendizaje en abierto en la Red y a disposición de todo el mundo no tiene vuelta atrás
No creo que desaparezcan, pero sí que deberán evolucionar mucho para dar satisfacción a un alumnado cada vez más familiarizado con las herramientas digitales y todos los cambios que éstas conllevan. Cada vez más, nos acercamos al prototipo de estudiante que no quiere -ni necesita- que le “saturen” de información, sino aprender a tratar con ella, a que le “acompañen” en su proceso de aprendizaje.
Hace ya algún tiempo que en lugar de decir que imparto una asignatura, tengo tendencia a decir que la comparto con los estudiantes. Esto no significa que piense en la total desaparición de las jerarquías, pero sí en una fuerte atenuación de su papel. La figura del profesor no estará tan centrada en impartir lecciones magistrales y examinar, como en guiar y acompañar a los alumnos en su aprendizaje. Pero ello no significa que vayan a desparecer los profesores ni que, por supuesto, piense que sea conveniente o posible.