El concepto de red social se puede equiparar al de calle en la vida física. Sin embargo, tal como puntualiza el periodista y experto en sociología digital Luis Ángel Fernández Hermana, una red social tiene que tener un fin, un propósito, unos medios y unas determinadas normas para cobrar sentido. Se podría identificar más bien con una vida organizada. El desarrollo de Internet, su civilización, pasaría por la extensión de las redes sociales, que permitirían generar herramientas útiles para los ciudadanos en general. Con está premisa, el laboratorio de sociedades urbanas Citilab de Cornellà ha acogido el último proyecto de Fernández Hermana, Lab-RSI. Este nombre esconde un centro de estudios sobre la utilidad de las redes sociales virtuales en los contextos urbanos, que ya ha engendrado los primeros cursos de formación para el diseño de estas plataformas.
El Lab-RSI es un destilado casi natural de la actividad que hemos realizado desde hace más de una década en el campo de las redes sociales. Primero desde Enredando.com, donde conceptualizamos y desarrollamos “en.medi@”, un sistema para generar redes de conocimiento. Esos proyectos, que comenzaron en 1998, nos colocaron en una posición particular en este campo, porque durante varios años ensayamos diferentes fórmulas que fueron las primeras redes sociales modernas en Internet. Con el cierre de Enredando.com en julio de 2004, esa línea de investigación avanzó más lentamente. Hasta que el Citilab promovió el proyecto FeRS (Formación en Redes Sociales), que planteé y dirigí desde 2008.
Hemos hecho un curso on line de formación de diseñadores de redes sociales denominado Asociacionismo 2.0, que concluyó en julio. Varios alumnos presentaron proyectos muy buenos e interesantes de redes sociales que, o no tenían en la cabeza cuando comenzaron el curso, o no los tenían como los formularon.
“Las redes sociales serán determinantes en la asistencia sanitaria del futuro”
Las redes sociales constituyen procesos de reorganización social a través del empleo de metodologías y tecnologías avanzadas en Internet. Desde este punto de vista, es el uso más avanzado que podemos hacer de la Red en estos momentos. Estos procesos se inscriben en la denominada “ciencia de las redes”, un área emergente que gana importancia por su papel sincrético y transformador de disciplinas científicas conocidas, a las que se añaden otras nuevas.
Es una pregunta muy mediática. Los medios han transmitido esa visión, pero las redes sociales, que con diferentes formas, instrumentos y objetivos han constituido la base del desarrollo social de Internet, acogen una variedad infinita de propósitos y objetivos. Es cierto que Facebook, Twitter y Linkedin privilegian el ocio y la promoción profesional. Pero este hecho no es ni siquiera la punta del iceberg de las redes sociales.
“Facebook, Twitter y Linkedin no son ni siquiera la punta del iceberg de las redes sociales”
Las redes sociales son el fruto de reorganizaciones sociales con un propósito, un objetivo, un proyecto que las estructura y articula. La organización de un barrio a través de redes sociales requeriría de una mayor precisión que aclare para qué se va a hacer, cómo o quiénes van a a intervenir. Hemos visto que a través de ONG de voluntariado, pero que trabajan en campos diferentes, las redes sociales cohesionan territorialmente acciones que, de otra manera, se llevarían a cabo de forma deslavazada, a un coste casi prohibitivo y con una inversión en energía imposible de sostener en nuestra sociedad actual.
En el caso de la asistencia a mayores o a ciertos pacientes, las redes sociales constituyen una especie de territorio natural donde se pueden compartir experiencias, satisfacer necesidades y detectar demandas, no sólo de los pacientes, sino de sus familiares y allegados, personal paramédico, vecinos dispuestos a colaborar si supieran en qué, cuándo y dónde; farmacias y tiendas del barrio, centros de asistencia… Las instituciones que trabajan en el campo de la salud tienen que descubrir todavía que las redes sociales virtuales son las estructuras que delimitan su desarrollo futuro, como lo fueron en el pasado las redes hospitalarias.
Un análisis somero y no hipócrita demostraría que ciertos medios de comunicación pueden ser peligrosos para los menores. Y no les pasa nada.
Cuanto más tarden en hacerlo, menos equipados estarán para afrontar los retos de un mundo cambiante, inestable y gobernado por flujos de información y conocimiento.
No lo sé, ni tampoco estoy muy interesado en esta disquisición.
“Yo fui periodista, desaparecí en Internet y no hubo tragedia”
Hace tiempo que eso sucede en muchos campos, como la ciencia, la tecnología, el arte, la literatura, la política o la producción audiovisual. En unos casos más, en otros menos, pero nunca de más a menos. Eso indica hacia dónde apunta la brújula.
Yo fui periodista en el mundo “off line” y desaparecí en Internet. Hasta donde sé, no hubo tragedia ni delante ni tras el telón. No he tenido noticia al respecto.
“En el caso de Internet, Machado es más actual que nunca: se hace camino al andar”
Las problemáticas de las redes sociales y de las lenguas van unidas de manera indisoluble. Si no somos capaces de hacer las redes sociales propias de nuestros contextos, tendremos un doble problema: nos las harán en función de estrategias que no conoceremos o no controlaremos, en ese tipo de simbiosis lingüística que hemos vivido en estos últimos 15 años. Resulta difícil pronosticar cuáles serán las consecuencias. Pero cuando no se controlan las acciones, no se deduce algo bueno.
Es muy pronto para entrar en este asunto. Nuestra capacidad de virtualización de procesos, individuos, relaciones, objetos, territorios, entidades, áreas de actividad, etc., apenas acaba de comenzar. La duda sobre el futuro de las lenguas está ligada a esa capacidad de virtualización. Todavía somos pocos en la Red y quienes estamos no nos vemos mucho. Dicen que los países nórdicos son los líderes en la penetración y uso de Internet. ¿Cuántos de quienes leen estas líneas podrían recitar alguna URL de Suecia, Noruega o Finlandia (excepto Nokia) que hayan visitado o usado para recabar información? Queda todavía mucho camino por recorrer y, en el caso de Internet, Machado es más actual que nunca: “Se hace camino al andar”.