La web está rebosante de ‘flash’. Es la tecnología que hace posible esos anuncios animados, la ventana de vídeo de YouTube y las felicitaciones navideñas interactivas. Además, están las aplicaciones web. Desde los procesadores de texto hasta el correo electrónico, cada vez hay más programas dentro de la ventana del navegador. Algunos funcionan con ‘flash’, otros no. El futuro promete mucho más, y las grandes empresas de software, especialmente Microsoft y Adobe, quieren su parte.
Para ver animaciones ‘flash’ hace falta instalar una extensión (‘plugin’), llamada ‘Flash Payer’, que es gratuita y está en el 90% de los ordenadores conectados a Internet. Pero para crear las animaciones ‘flash’ hay que comprar el programa a Adobe. Con esa posición de dominio, ¿por qué querría Adobe dejar abierto el código de ‘flash’?
Para crear animaciones ‘flash’ hay que comprar el programa a Adobe
Antes de nada hay que comprender qué parte ha sido liberada. Para dotar a las animaciones de interactividad, ‘flash’ incluye su propio lenguaje de programación, llamado ActionScript. Cuando se descarga una animación ‘flash’, es el reproductor de ‘flash’ en el propio ordenador del usuario el que se encarga de reproducir la animación y seguir las órdenes del programa en ActionScript, como por ejemplo, detener la película si se pulsa el botón de pausa.
ActionScript pertenece a la misma familia de lenguajes que JavaScript, un lenguaje muy usado en las páginas web. Adobe ha liberado el código del intérprete de ActionScript para que se pueda incluir en los navegadores delproyecto Mozilla. Esto quiere decir que el navegador Firefox podrá ejecutar aplicaciones ‘flash’ con ActionScript, y también JavaScript, más rápidamente.
Cómo afecta al usuario
Todo este galimatías tiene consecuencias para los usuarios de Internet. Adobe mantiene una posición privilegiada con ‘flash’, pero cada vez surgen más alternativas para crear páginas web interactivas. Por un lado está AJAX, la combinación de tecnologías detrás de Google Docs y otras muchas aplicaciones. Por otro, hay iniciativas de código libre como Gnash, y Microsoft dispone también de su propio programa competidor, llamado Expression. Frente a todos ellos, Adobe tiene que asegurarse el futuro de ‘flash’.
La liberación del programa podría crear una alternativa online y gratuita a los programas de oficina de Microsoft, que son de pago
Una de las mayores críticas a ‘Flash Player’ es que es software propietario. Si se utiliza un sistema libre, como Linux, hay que descargar la extensión de ‘flash’ desde Adobe, y no se puede modificar. Con la integración de parte del código en el proyecto de Mozilla se puede ganar el favor de la comunidad Linux, y además beneficiarse de las mejoras que aporten.
Otros analistas plantean que Adobe puede estar buscando la integración de sus productos estrella, ‘Flash Player’ y Acrobat (con el formato PDF) en un nuevo programa de navegación desde el que será posible ejecutar todo tipo de aplicaciones en la Web. Esto supondría un golpe a los planes de Microsoft de ofrecer Office como un servicio de pago. Hay que tener en cuenta que la venta de Office todavía constituye el grueso de los ingresos de Microsoft.
Los más optimistas, esperan que sea el primer paso hacia una liberación total de la tecnología ‘flash’, para que se convierta en el estándar de la Web 2.0
Otros, más optimistas, esperan que sea el primer paso hacia una liberación total de la tecnología ‘flash’, para que se convierta en el estándar de la Web 2.0, y desplace a otras alternativas. Adobe podría mantenerse y crecer gracias a la venta de sus programas más populares, como DreamWeaver, una aplicación para crear páginas web, o el propio programa ‘Flash Player’ para crear animaciones, a pesar de encontrarse con competencia.
El nuevo motor de ‘Flash Player’ saldrá en unos meses. Mientras tanto, los usuarios pueden seguir disfrutando de los vídeos y las animaciones. Lo mejor aún está por llegar.