La banda ancha móvil es una gran solución para quienes tienen que trabajar mientras se desplazan o residen en zonas sin cobertura ADSL. Sin embargo, implica un esquema de tarifas paradójico, ya que muchas de ellas penalizan el exceso de tráfico de datos o bien limitan el flujo cuando se supera un determinado umbral. Las más asequibles reducen la velocidad de navegación desde 3,6 megabits por segundo, o más, hasta unos 128 kilobits por segundo cuando se sobrepasa el límite estipulado en el contrato. En un súbito frenazo, se pasa de navegar a velocidades acordes con las conexiones ADSL a otras más propias de la era del módem telefónico. ¿Qué estrategias se pueden seguir para exprimir al máximo la conexión en estas situaciones?
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Acceder a Internet con una tarifa plana es la mejor forma de evitar sustos en la factura mensual. Todavía no se ha trasladado esta posibilidad a los teléfonos móviles, pero sí hay dos tipos de tarifas que ofrecen un precio fijo a cambio de una determinada cantidad de datos descargados. Unas limitan la velocidad una vez sobrepasado un determinado umbral de transferencia (tres, cuatro o cinco gigabytes es lo más habitual) y otras cobran una cantidad prefijada por megabyte adicional en cuanto se supera la cifra acordada.
Si se contemplan vídeos o se comparten contenidos, se puede agotar el límite de cinco gigabytes en apenas cuatro días
Estos límites se rebasan con facilidad. Si se contemplan vídeos o se comparten contenidos durante la navegación, se puede agotar el límite de cinco gigabytes en sólo cuatro días. Esta rapidez de consumo se incrementa porque se suma tanto el tráfico de datos descendente como el ascendente, y algunos operadores tarifican en bloques de hasta 256 kilobytes.
Esto significa que, si por cualquier razón se corta la conexión en el momento en el que se han consumido 16 kilobytes de un bloque, el operador subirá de golpe a 256 kilobytes. Por esta razón, a menos que sea para un uso muy esporádico, conviene decantarse por las tarifas que limitan la velocidad, pero no cobran más.
Navegar a 128 kilobits por segundo
Muchos usuarios de banda ancha navegan durante gran parte del mes a velocidades previas a la extensión del ADSL y el cable, aunque la Web y las costumbres de navegación hayan evolucionado hacia exigencias de tasas de transferencia más elevadas. Por lo general, las operadoras establecen el límite máximo en 128 kilobits por segundo (kbps) en descarga de datos, aunque Movistar aumentó en septiembre este tope hasta 384 kbps.
Las operadoras establecen a menudo el límite máximo en 128 kilobits por segundo en descarga de datos
Con 128 kilobits por segundo se experimenta lentitud en la carga de páginas web y no se pueden abrir demasiadas pestañas del navegador a la vez, ya que se ralentiza el proceso en exceso. Lo mismo sucede si se inician al mismo tiempo demasiadas aplicaciones que requieran una conexión a Internet. La actualización del antivirus, del sistema operativo o el uso de un programa P2P pueden convertir la navegación en una experiencia lentísima hasta que se termina de descargar.
Tácticas que se pueden emplear
Los siguientes son algunos consejos para aprovechar los 128 kbps. Muchos constituyen estratagemas que nacieron cuando la navegación a 56 kbps con los módems tradicionales era la opción más habitual:
Navegar sin imágenes. Los navegadores incluyen opciones para no cargar las imágenes de las páginas. Se gana en agilidad porque los gráficos y fotografías suelen ser uno de los componentes que más información consume en una página web. A cambio, se pierde bastante en la denominada «comodidad gráfica», porque los sitios web actuales se han ideado para verse con todas las imágenes y cada vez menos contemplan la posibilidad de que las paginas puedan verse sólo como texto.
Evitar la tecnología flash en las páginas. Con frecuencia, los vídeos y audios en flash se cargan sin avisar al usuario. Así ocurre a menudo con la publicidad. Se puede recurrir a complementos que bloqueen este componente, como Flash Block, que cumple esta función en Firefox y permite elegir si ver o no un elemento en flash. NoScript es una extensión similar pero con mayores posibilidades, porque el usuario puede detener cualquier javascript no deseado.
Usar el navegador con menos pestañas abiertas. Los navegadores actuales pueden aguantar decenas de pestañas abiertas en la misma ventana. Conviene reducir al mínimo el número, sobre todo si alguna de ellas actualiza con frecuencia los contenidos de manera automática.
Evitar el uso de aplicaciones web. Este apartado abarca incluso a los servicios de correo electrónico web como Hotmail, Gmail o Yahoo! Mail. También a apliciones como Google Reader o Google Maps, que cargan muy rápido el tráfico de datos. Lo mismo sucede con Facebook y otras redes sociales con contenidos multimedia.
Emplear aplicaciones ricas de Internet. Con ellas se puede trabajar con sistemas que descarguen los datos al ordenador, desconectarse y gestionar esa información sin conexión. Los datos se actualizan en la siguiente conexión. Esta solución no evita el tráfico de información necesaria, pero sí la publicidad en flash.
Limpiar el ordenador de malware. Para exprimir un caudal limitado hay que asegurar que se carece de virus y programas espías que puedan transmitir datos y, por tanto, ocupar parte del ancho de banda y ralentizar la velocidad. Cualquiera de los antivirus o software antiespía ayuda a eliminar estos devoradores de conexión.
Cerrar el cliente de Twitter y el mensajero instantáneo. Como la velocidad es limitada, conviene abrir sólo las aplicaciones con acceso a Internet necesarias en cada momento. Evitar Live Messenger, que sincroniza muchos datos de modo automático, Yahoo! Messenger y Google Talk, ahorra muchos kilobytes.
No usar radios on line ni ningún otro servicio en streaming: Last.fm, Spotify, Blip.fm o cualquiera de las versiones web de las radios convencionales consumen más ancho de banda del que se pueda pensar. Mejor activar iTunes y escuchar la música almacenada en el disco duro.
Usar gestores de descarga. Este tipo de programas no sólo acelera la descarga hasta el límite establecido en la línea, sino que sirve para evitar las repercusiones de los inoportunos cortes, más frecuentes en este tipo de conexiones inalámbricas. De esta manera, no se pierde la información descargada con antelación y se reanuda en el mismo punto. Destacan DownThemAll!, un complemento para Firefox, o GetRight, una aplicación aparte que se integra con Internet Explorer o Firefox.