Pocas personas hubieran dicho hace diez años que al cine le esperaba el peor momento de su historia a la vuelta de la esquina. Y sin embargo allí estaba la crisis del modelo de negocio analógico, agazapada bajo las constantes mutaciones de Internet y la revolución digital. Ahora, con la perspectiva que otorga el tiempo pasado, puede parecer tal vez lógico que la industria audiovisual lleve el mismo camino que la musical. Pero detrás de las constantes pérdidas de beneficios del sector por múltiples motivos, entre los cuales cabe citar las descargas de películas de la Red, hay miles de puestos de trabajo en juego. Cada día se venden menos DVD, menos espectadores acuden a los cines y menos personas se sientan ante un televisor para ver una película. Frente a una situación tan dramática, sobre todo para un cine tan subvencionado como el español, desde la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles, FAPAE, se apuesta por la regulación del medio digital y la persecución activa de la denominada “piratería”. Pedro Pérez, su presidente, es contundente: la descarga de contenidos protegidos por derechos de autor es el equivalente a “entrar en un gran almacén y llevarnos lo que queramos sin pagar”. No obstante, las sentencias judiciales referidas a esta materia han determinado, hasta ahora, que sólo se entiende así cuando confluyen ánimo de lucro y comunicación pública.
“Todos los avances son buenos, siempre y cuando haya un marco legal que los regule y no ‘el todo vale’ que se da en este país”
El pasado 24 de marzo hicimos público el estudio “Construyendo la economía digital: la importancia de la defensa del empleo en las industrias culturales de la Unión Europea”, que realizó la Consultora Tera Cosultants. Éste analiza el impacto socioeconómico que la “piratería” ha supuesto y que en el futuro supondrá en las industrias culturales de cinco países europeos, entre ellos, España. Los datos son concluyentes: en nuestro país, las industrias culturales generan 1,2 millones de puestos de trabajo y 62.000 millones de euros de valor añadido sobre el PIB. En 2008, la “piratería” provocó en España la pérdida en cine, música y series de televisión de 10.600 empleos directos e indirectos y 1.357 millones de euros. El estudio prevé que, si la tendencia se mantiene, en el año 2015 se habrán perdido 86.000 puestos de trabajo.
Por nuestra parte, hemos contribuido a poner en marcha la creación de un Observatorio Industrial del Audiovisual y el Empleo con el objetivo de ayudar al desarrollo y la competitividad del sector audiovisual, mediante la promoción de un mayor conocimiento de su realidad y la transparencia del mismo. Para ello, entre otras acciones, se recopilará de manera sistemática la información sobre el sector y se elaborarán análisis estadísticos nacionales e internacionales.
“Yo no entro en un gran almacén y me llevo lo que quiero sin pagar”Las nuevas tecnologías son un avance que abre múltiples posibilidades muy interesantes. La cuestión es que, al ser un nuevo espacio, hay que regularlo. Ahora, hasta los teléfonos móviles permiten visionar programas en directo, series, películas, etc.
En absoluto. De hecho, la Red puede ser el mejor aliado. A mí me encanta Internet, me parece uno de los avances más interesantes. La cuestión es que, como todo, tiene que estar regulado y es importante no caer en la demagogia. Yo no entro en un gran almacén y me llevo lo que quiero sin pagar. Internet es un espacio abierto a todo el mundo y quien quiera, como en cualquier otro espacio, puede ofrecer sus productos de manera gratuita. Pero si yo pongo a disposición del público, de forma gratuita, algo que no es mío, en realidad, lo robo.
“Como todo, Internet tiene que estar regulado”
Yo no soy nadie para juzgar qué hace usted. Plantea que la descarga de un formato le hizo ir a comprar, luego fue una especie de promoción. Pero en realidad, los datos no demuestran que éste sea el comportamiento habitual. Los contenidos que alguien “piratea” no los han cedido sus dueños y se utilizan sin recompensar su trabajo y su talento de manera justa.
“Lo ocurrido con la ‘piratería audiovisual’ no pasa con ningún otro producto en el mundo”
Por supuesto, pero esto lo tiene que decidir el propietario. Regalar un plato para que la gente se compre la vajilla completa es una decisión que no toma el cliente, sino el dueño o el distribuidor. Todos hemos visto infinidad de películas en televisión, en apariencia gratuitas, pero de alguna manera pagábamos a través de la publicidad. Las estrategias de marketing y comunicación son múltiples, pero es una decisión que no puede tomar el cliente. Lo ocurrido con la “piratería audiovisual” no pasa con ningún otro producto en el mundo, aunque el sector audiovisual es una industria como otra cualquiera que genera empleo, PIB, etc.
“Después de China, España es el país del mundo donde más se piratea”
Estados Unidos siempre ha estado a la vanguardia en el sector audiovisual. Es uno de los países más proteccionistas con su industria audiovisual. Para empezar, en Estados Unidos las leyes son muy restrictivas, apenas hay “piratería” y una persona se puede comprar lo que desee. No podemos olvidar que, después de China, España es el país del mundo donde más se “piratea”. Todos los países, también Estados Unidos, tienen leyes que regulan el intercambio en Internet de contenidos y nadie se extraña, ni en Francia, ni en Alemania. Esta semana se ha hecho público el informe anual “Special 301”, realizado por la Oficina de Defensa de los Intereses Comerciales de Estados Unidos, en el que se incluye de nuevo a España en la “lista negra” de la “piratería”. No es para enorgullecerse, somos campeones del “pirateo”.
Por supuesto que faltan y estamos en ello. Pero en la actual situación, un servicio de pago eficaz para ver productos audiovisuales tiene muchas dificultades para prosperar. A pesar de ello, ya hay portales que, por un módico precio (entre uno y tres euros), permiten ver películas: Filmin, Yodecido, etc.
“Nos jugamos buena parte del futuro con el 3D, que tan buenos resultados da en taquilla”
Considero que se juntan dos variables. Por un lado, en España, parece que el contenido de Internet tiene que ser gratuito. Es un pensamiento extendido. Por otro lado, estas páginas acaban de iniciar su andadura y creo que la gente, en general, no tendrá inconveniente en visionar una película bajo pago. Además, no creo que haya problemas con DRM (sistemas de protección de copia). En mi opinión, las páginas que conozco no ponen restricciones a los usuarios.
El iPad se apunta a una nueva forma de distribuir productos audiovisuales que considero de verdad interesante. Todos los avances son buenos, siempre y cuando haya un marco legal que los regule y no “el todo vale” que se da en este país. En este caso, a través del iPad se podrán ver, entre otras cosas, 20 canales de televisión.
La magia de ver una película en una gran pantalla persistirá. Además, con el 3D, las pantallas han logrado volver a competir con Internet, con la televisión y con el resto de formatos. En España, el año pasado se estrenó “Planet 51”, de Illion Estudios, la primera película española rodada en 3D digital. Hace un par de fines de semana se lanzó “Viaje mágico a África”, el primer largometraje de acción real en 3D de toda Europa. Nuestra industria, como la de EE.UU., también se juega su futuro con esta tecnología, que tan buenos resultados da en general en taquilla. “Avatar” obtuvo una recaudación en todo el mundo superior a 2.700 millones de dólares, una cifra muy alta.