Cisco Systems es una empresa relativamente desconocida para el gran público aunque se trate de uno de los grandes fabricantes mundiales de infraestructuras para Internet, tanto en routers como en chips concentradores de señal inalámbrica wifi. La razón estriba en que sus clientes son los proveedores de acceso a Internet y los operadores de telefonía. Sin embargo, sus innovaciones tecnológicas llegan tarde o temprano a los consumidores, pues estos son los usuarios de unas redes a las que Cisco dota de alma estructural. CONSUMER EROSKI ha entrevistado a Pilar Santamaría, directora de Desarrollo de Negocio para la Movilidad, Seguridad y Vigilancia de Cisco en España.
El actual estándar de conexión es 802.11a-b-g, que alcanza los 54 megabits por segundo de ancho de banda. Ahora estamos trabajando con el organismo que se encarga de los estándares en las conexiones (IEEE) en el borrador del nuevo estándar 802.11n, que ya está terminado. El 802.11n alcanzará hasta 600 megabits por segundo. Las mejoras que incorpora consisten en un buen comportamiento en aparatos en movimiento [como por ejemplo teléfonos móviles] y un mayor alcance de la señal, que se adapta a los usuarios que se conectan. La señal adquiere diferente forma según las personas conectadas.
Hay muchos. La etiqueta pasiva de la tecnología RFID es un microchip con información que no tiene batería, apenas se nota y tiene un alcance de cuatro a siete metros. Se debe leer mediante un arco o un lector manual. Se utiliza mucho para la cadena de suministros y también para aplicaciones puntuales como puede ser el registro de personas, control de valijas, de mantenimiento o incluso para verificar los derechos de autor. Hay farmacéuticas en Estados Unidos que han aplicado esta solución para garantizar que los medicamentos que se encuentran en el punto de venta corresponden realmente al laboratorio y no son copias. Este método se utiliza también para productos de lujo.
“En cualquier mes del año 2007 se generó tanto tráfico en vídeo en Internet como en todo 2001”
La etiqueta activa tiene una batería y permite una ubicación en tiempo real con un máximo de error de unos cuatro metros. Se puede tener una solución de protección. Por ejemplo, tenemos un hospital en Madrid que protege a los médicos con una RFID activa y un botón antipánico, y si alguien intenta agredirles ellos pulsan el botón y ya se sabe dónde están, no tienen ni que llamar. Se utiliza también para objetos que no puedan salir de un lugar, asociada con una alarma en caso de que se sobrepase un determinado perímetro, y también se sabe su posición en tiempo real.
“La interacción mediante telepresencia tiene ventajas respecto a la real y respecto a la comunicación de voz”En cualquier mes del año 2007 se generó tanto tráfico en vídeo en Internet como en todo 2001, y se prevé que exista un crecimiento exponencial en el consumo de estos contenidos. Técnicamente se puede asumir ese gran volumen y además con la alta calidad que se necesita para el vídeo de alta definición. Para nosotros, técnicamente son posibles servicios tan avanzados como la telepresencia, que se producen a tamaño real a partir de la suma de varias pantallas.
Sería ideal que la telepresencia llegara hasta las casas, aunque hacen falta varios megabits por segundo de ancho de banda. Nosotros hemos hecho un estudio de psicología que viene a concluir que el vídeo favorece mucho el trabajo en equipo y la interacción laboral mediante telepresencia tiene ventajas respecto a la real y respecto a la comunicación de voz. Por ejemplo, la Filarmónica de Londres hizo una audición a músicos en diferentes países por este medio y el resultado fue positivo. Tendríamos el mismo efecto que hablar con otra persona en la realidad, aunque en dos dimensiones.
Las estrategias que cita ya se han hecho en alguna ciudad fuera de España: dar ancho de banda de baja velocidad e incluso gratuito para favorecer la inclusión digital, y cobrar por el de alta velocidad, por ejemplo. Depende de las estrategias de los operadores.
“Al usuario le tiene que dar igual por qué red se conecta, simplemente debe ver su aplicación conectada”Pretendemos que sea posible andar por una ciudad con una aplicación de vídeo encendida sin que la imagen altere su calidad y que además no haya que preocuparse sobre si se va a estar conectado o no. Que se pueda entrar en casa o en la oficina y seguir conectado. Al usuario le tiene que dar igual por qué red se conecta, simplemente debe ver su aplicación conectada.
Es independiente. Puede ser 3G, wifi, WiMax, RFID y otros estándares que puedan surgir. Se realiza mediante un roaming inteligente a través de una plataforma de hardware y de software que logra que todo el proceso sea transparente para el usuario, como si estuviera conectado con una red fija pero con total movilidad.
Por otra parte, la red adapta el formato del vídeo de acuerdo al dispositivo con que se visualice el contenido o al ancho de banda. Si uno tiene una conexión 3G y un teléfono con una pantalla pequeña, se recibe con un formato óptimo que a lo mejor no va a ser el de una pantalla grandísima o varias de alta definición. Lo que hacemos es transformar automáticamente el formato sin que los administradores necesiten grandes conocimientos técnicos.
Este tipo de aplicaciones funciona ya para voz [es la llamada tecnología UMA]. Por ejemplo, se está en movimiento con una llamada en el teléfono móvil y, según se llega la oficina, la comunicación se pasa a la red wifi, que es gratuita, y además se puede recuperar desde el teléfono fijo. En nuestra empresa ya lo usamos y otros clientes nuestros también.
“Nosotros no garantizamos ancho de banda, sino que la conexión no se pierda aunque se pase por redes de transporte que tienen diferente formato”Nosotros no garantizamos ancho de banda, sino que la conexión no se pierda aunque se pase por redes de transporte que tienen diferente ancho de banda. Aplicado al vídeo, sería ofrecer este vídeo simultáneamente en distintos formatos y anchos de banda a diferentes usuarios, cada uno con sus terminales. Y se acabaron las pantallas azules, porque la solución va a residir en la Red, no en un PC o en un dispositivo.
Las soluciones Web 2.0 se han basado mucho en que la gente construye el contenido a través de la inteligencia colectiva y quiere información en tiempo real. Un mismo contenido incluso puede estar replicado en múltiples plataformas. Ahora nosotros pretendemos reforzar el trasfondo de ese contenido almacenado. Se trata de otro tipo de situación en la que hay agentes de software que van a interactuar para que el usuario no tenga que buscar el contenido, sino que se le entregue.
El usuario tiene un perfil, unas preferencias y además un contexto. La red identifica estos tres parámetros y basándose en ellos (que pueden ser incluso integrados con sensores de humedad, de movimiento o de temperatura) entrega información relevante para el usuario. Hay aplicaciones que estamos ofreciendo a partir de ese concepto, por ejemplo en centros comerciales. El usuario se aproxima, se le da la bienvenida y le informan de la ruta que tiene que seguir para llegar a un segmento de tiendas determinado donde le ofrecen artículos que pueden ser de su interés, o le dicen que tiene un pedido pendiente. Eso se produce porque el usuario porta un dispositivo que le identifica desde el momento que se puede conectar a la red del centro comercial. También se puede hacer por RFID.
La seguridad es un aspecto fundamental en estas nuevas tendencias. No solamente mediante la confidencialidad de las comunicaciones, también se va a tener que identificar a los usuarios, comprobar que sean quienes dicen ser y establecer controles de accesos y de privilegios. Según el perfil, se colocan ciertos privilegios de acceso, con lo cual se hace cada vez más difícil vulnerar la privacidad de los usuarios.