El servicio de correo web más popular del mundo, y en especial de Europa, es Gmail. En octubre de 2012 el servicio de Google superó en usuarios a Hotmail y Yahoo! Mail. Desde entonces, no ha parado de sumar clientes, hasta el punto de que ya se acerca a los 500 millones de usuarios activos. En paralelo a Gmail, el buscador lanzó en su día la red social Google+ que, a pesar de tener una relevancia muy discreta, tampoco ha dejado de crecer. Ahora Google quiere cruzar ambas plataformas, de manera que un contacto nuestro en Google+ pueda enviarnos un mensaje de correo a Gmail sin necesidad de conocer nuestra dirección exacta. Este artículo indaga en este polémico cambio y explica cómo evitarlo.
Cambios polémicos
Google no hace más que unificar en una sola plataforma toda su estructura de serviciosLa nueva estrategia de Google ya ha sido tildada por algunos usuarios como una intromisión en su privacidad y una violación de la intimidad de sus datos. Sin embargo, en realidad, Google no hace más que unificar en una sola plataforma toda su estructura de servicios, tal como ya informó hace unos años que haría en sus nuevas reglas de privacidad, y como ya hacen otras redes. Un contacto nuestro en Facebook nos puede mandar un correo privado y no nos parece mal. Y lo mismo ocurre con los mensajes directos (DM) de Twitter, que utilizan nuestra cuenta de correo web para enviarse.
No nos debería parecer tan escandalosa la estrategia de Google al permitir los mensajes desde Google+ a Gmail, de no ser porque muchos de nosotros, cuando dimos de alta una dirección de correo, lo hicimos sin pensar que podría haber cambios en el futuro. Twitter incorporó los DM desde un principio, y su filosofía no ha variado. En cuanto a Facebook, si bien es cierto que los mensajes de correo se introdujeron después, también lo es que su ámbito se desarrolla en el seno de esta red social y sin cruzar servicios que nacieron separados.
Muchas personas han comenzado a utilizar la cuenta de correo de Gmail para poder acceder a otros servicios
Por añadidura, muchas personas han comenzado a utilizar la cuenta de correo de Gmail para poder acceder a otros servicios que les interesaban. Tal es el caso de los usuarios que lo hicieron para poder sincronizar sus versiones del navegador Chrome, o para acceder a los Google Hangouts, el servicio de videoconferencias por Internet de Google, o a la «nube» Google Drive, que contiene entre otras herramientas Google Docs. Estos usuarios se vieron obligados a abrir una cuenta de correo para acceder a estos servicios, como también les ocurrió a los que se inscribieron en Google+.
Mensajes desde una gran red de desconocidos
Lo que no pensaban entonces los unos ni los otros es que en el futuro estos servicios se fundirían y, por tanto, muchos no valoraron a la gente que introdujeron como contactos en Google+. Esta red comenzó siendo una experiencia piloto donde era sencillo agregar contactos y en la que, a menudo, nos seguían personas (conocidas de conocidos) que tal vez nos animamos a seguir sin ni siquiera conocer en persona.
Ahora nuestro ecosistema de Google+ es una enorme red de personas que no conocemos y que en adelante pueden enviarnos mensajes. Por descontado, solo pueden hacerlo si nos seguimos mutuamente, pero, en muchos casos, se ha seguido a personas por simple inercia.
¿Qué inconvenientes puede traer esta nueva estrategia del buscador? El principal es que la bandeja de correo se nos llene de mensajes no deseados de personas desconocidas, y que nos haga aumentar las horas dedicadas a eliminar spam. También que un ciberdelincuente pueda tomar el control de una cuenta de Google+ y llegar con gran facilidad a las bandejas de muchos usuarios, con el consiguiente riesgo de estafas mediante correo electrónico.
Esta filosofía de mensajes cruzados también puede tener consecuencias positivas, como conocer gente interesante a nivel profesional
Ahora bien, ambas situaciones dependerán mucho tanto de la actitud (celosos y comedidos) que hayamos tomado a la hora de seleccionar nuestros contactos en Google+, como de los niveles de seguridad que imponga Google dentro de su plataforma. En este último aspecto, hasta la fecha han sido de los más altos.
Por otro lado, esta filosofía de mensajes cruzados también puede tener consecuencias positivas, como puede ser conocer gente interesante a nivel profesional que de otro modo tendría más difícil para contactar con nosotros. En LinkedIn se sigue un sistema parecido para acceder a diferentes profesionales, si bien es una red mucho más específica y de dimensiones mucho menores.
Google da la opción de evitar la llegada a Gmail de mensajes de contactos de Google+ y permite revertir la situación de manera sencilla. Basta con ir en la página de Gmail al botón de configuraciones (ángulo superior derecho, con forma de rueda de engranaje) y pulsarlo. Una vez dentro, en el apartado de “general” (el primero), la antepenúltima premisa versa sobre quien puede enviarnos correos desde Google+.
En un desplegable, nos deja modular los círculos de intimidad que pueden acceder al envío de correos e incluso nos permite determinar que absolutamente nadie pueda mandarnos un mensaje desde esa red. Una vez definido el nivel de privacidad que deseamos, no debemos olvidar pulsar el botón de “guardar cambios” antes de salir de la página.