La Unión de Consumidores de España ha alertado sobre la proliferación de casos de fraude telefónico en los que, normalmente, se intenta que el consumidor marque un prefijo a cambio de recibir algún tipo de incentivo.
Tras la llamada, el usuario se encuentra con operadores que alargan la conversación mediante preguntas sin justificación, a cambio de un premio que nunca existe y le facturan una tarifa que puede alcanzar los 3,5 euros por minuto de llamada.
Si ya se ha sido víctima de este tipo de timo no es fácil realizar con éxito la reclamación pertinente. Por ello, conviene seguir una serie de consejos:
1. No sólo bastará con presentar reclamación ante las Juntas Arbitrales o la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, sino que también hay que cursar denuncia ante los cuerpos de seguridad o el juzgado.
2. Si el timo ha sido a través de Internet, se recomienda que no se borre ningún dato del disco duro.
3. El usuario de la Red deberá verificar los precios de conexión y las condiciones de uso de las diferentes páginas y, en su caso, ordenar a la operadora el bloqueo del acceso a ese tipo de líneas.
En cualquier caso, si el fraude se consumara y llegara una factura de teléfono con esos servicios, se podría rechazar el cobro al amparo de la ley. Según ésta, la disconformidad del abonado con una factura no podrá dar lugar a la suspensión del servicio telefónico normal si el consumidor paga esa factura excluidos los conceptos relativos a los servicios de tarificación adicional, siempre que presente las oportunas reclamaciones que se han citado antes y habiendo desglosado la factura de modo que se advierta claramente el concepto de telefonía normal y el de tarificación adicional.