En España, apenas un 11,9 % de las personas de más de 75 años utiliza a diario de Internet, según el INE (Instituto Nacional de Estadística), y solo un 23,4 % lo ha hecho en los últimos tres meses. Estos datos confirman que la brecha tecnológica es mayúscula para los mayores, algo que, en momentos de confinamiento social, puede causar un problema añadido a su estado de ánimo, bienestar y salud mental. Cuando toda la población hace uso de las videollamadas para hablar y ver a las personas queridas, los mayores sin capacidad o medios para acceder a estas tecnologías se quedan aún más aisladas. O quizá no, porque un equipo de investigadores acaba de crear una herramienta de comunicación muy sencilla para poder vernos con ellos a pesar de la distancia. Te contamos dónde encontrarla y cómo usarla.
“La necesidad de pertenencia es fundamental en todos los seres sociales, también en los abuelos; la soledad que se vive por el confinamiento es mayor en los que no utilizan las nuevas herramientas de comunicación, pues las observan con miedo y desconfianza, les genera mayor nivel de ansiedad y tristeza”, reconoce María Ángeles Gil Pérez, trabajadora social. Seguir viendo las caras de sus allegados durante el aislamiento les acerca a su familia; a veces las llamadas de voz no sirven para los más de dos millones de personas de más de 65 años que viven solas en España.
Conectarse con la familia en dos clics
Para acabar con este problema han aparecido aplicaciones y páginas web que permiten la comunicación por videollamada en solo dos pasos y así evitar las marañas y enredos al navegar por los menús de un teléfono inteligente. Susana Muñoz Hernández, profesora universitaria que dirige el grupo de cooperación TEDECO (Tecnología para el Desarrollo y la Cooperación) de la Universidad Politécnica de Madrid y el subgrupo experto en alfabetización digital TechPeopleCare, ha lanzado esta semana Videollama.me, una página web para conectarse de manera muy sencilla por videollamada con los mayores de la familia.
“Todo comenzó porque durante estas semanas de confinamiento quería ver y que me vieran mis padres, que son personas mayores. Los problemas con la tecnología de esta generación son infinitos, su aislamiento es mayúsculo en estos días. Así que buscamos una aplicación fácil sobre la que trabajar para comunicarnos con nuestros ancianos”, cuenta Muñoz. Para ello se escogió a Jitsi, una aplicación de software libre, mantenida por una comunidad, que permitía conectarse por videollamada en cualquier smartphone.
Muñoz describía en el siguiente vídeo de YouTube cómo, a través de un teléfono que ya no se utilice, el usuario podría ver a sus seres queridos de manera muy sencilla, con solo dos clics. Para ello es importante, eso sí, desinstalar previamente los accesorios, aplicaciones y atajos habituales de este tipo de terminales. “Los móviles son trampas para una persona mayor que nunca ha cogido uno. Hay que quitarlo todo, incluso el pin de la tarjeta, que no salgan mensajes que no sepan cómo gestionar”, aconseja.
Videollamadas con mayores: mejor por web que con app
Pero pese a la facilidad máxima que proporciona Jitsi, esta profesora universitaria quiso mejorarla y evitar así las temidas actualizaciones de aplicaciones que provocan, en muchos casos, que un teléfono antiguo deje de ser válido. “El software libre es muy importante en estos casos, para que cualquiera pueda trabajar con ello, amplificarlo y mejorarlo con vista en la sociedad. Así que hice un llamamiento en varias comunidades y contestaron tres hackers con los que he trabajado para lanzar Videollama.me”, explica.
La novedad de este producto gratuito es que la videollamada se realiza a través de página web, con lo que evita actualizaciones y solo es necesario que haya un enlace en el escritorio del teléfono móvil sobre el que pinchar. Una vez dentro, el usuario incluye un código numérico —se recomienda que sea el mismo teléfono fijo del abuelo— y accede directamente a la videollamada. “En el escritorio del móvil se queda el acceso directo con una imagen de un corazón verde. Con dos toques de dedo sobre él, el anciano ya está viendo a su familia. Tiene que ser todo muy fácil para no agobiarles, que bastante tienen con estar solas”, remata.
- Procurar que tenga el teclado y los números grandes.
- Dejar el volumen del teléfono y el micrófono al máximo.
- Desinstalar todo lo que no vaya a utilizar: desde aplicaciones hasta el propio pin de acceso.
- Limpiar el escritorio de iconos.
- Eliminar actualizaciones y notificaciones.
- Dárselo encendido, para que solo tenga que cargarlo.
- Escribir en un papel las instrucciones para acceder a las aplicaciones que se quieran usar, de encendido y respuesta de llamada.