Un grupo de científicos de la Universidad Politécnica de Hong Kong ha diseñado dos nuevos y revolucionarios métodos para ayudar a los invidentes a moverse por las ciudades sin necesidad de bastones ni de perros lazarillos.
El primero de ellos consiste en unos zapatos que, dotados con un pequeño sensor a modo de radar, detectan baches y obstáculos en la calzada, mientras que el segundo son unas gafas que incorporan el mismo sistema adaptado para informar mediante sonidos, o incluso voces, al invidente que las utilice.
«Las ondas ultrasónicas son enviadas por ambos aparatos y, si rebotan al hallar algún obstáculo, son captadas por un receptor. Una vez localizada la incidencia en la vía, el zapato vibrará a medida que el obstáculo esté más cerca del portador», explica el director del Instituto de Investigación de Productos Innovadores y Tecnologías, Wallace Leung Woonfong.
Esa alarma en forma de vibración también puede transmitirse a un cinturón especial, ya que el elemento fundamental de tan singular calzado es un diminuto ordenador que lleva incorporado.
Como complemento a estos zapatos, los investigadores de Hong Kong han creado unas gafas que hablan. En este caso, el reto consiste, además, en hacer el ordenador lo más pequeño posible para que pueda ir oculto en la montura.