Ayer se presentó en Barcelona un proyecto para crear el cable de distribución de energía eléctrica más potente del mundo. Con él se evitarán los problemas que ocasiona el aumento puntual de la demanda, ya que transportará hasta cinco veces más energía eléctrica que los sistemas actuales.
A este cable le seguirán otros dispositivos superconductores como generadores, transformadores, motores o limitadores de corriente. Según los responsables del proyecto, la eficiencia de estos sistemas permitirá reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que se producen al generar electricidad y, al mismo tiempo, aumentar la seguridad de las instalaciones.
«El proyecto es imprescindible porque el sistema eléctrico actual, del que dependemos hasta niveles insospechados, no podrá cumplir con la demanda. Un ejemplo reciente es el problema de suministro que sufre Barcelona, cuyas redes energéticas actuales son insuficientes», señaló el director de la investigación, Xavier Obradors, que trabaja en el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona, perteneciente al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
30 metros de largo
El nuevo cable utilizará el nivel de corriente más alto empleado hasta la fecha, 3.200 amperios de valor efectivo de corriente, frente a los 600 amperios actuales. El primer modelo tendrá 30 metros de longitud y una potencia de 111 megavoltioamperios.
«Con los nuevos sistemas superconductores el sistema eléctrico en su conjunto será más seguro, eficiente y limpio porque los transformadores serán ignífugos y se utilizarán limitadores de corriente para evitar la desconexión en cadena de transformadores y generadores. Asimismo, facilitarán la inclusión de energías renovables con acumuladores de energía electromagnéticos, que servirán de tapón energético momentáneo durante los aumentos puntuales de la demanda eléctrica», destacó Obradors.
Esta nueva tecnología permitirá además reducir el impacto ambiental de las líneas eléctricas de alta tensión. «Un sistema eléctrico superconductor facilitaría que pueda satisfacerse dicha demanda a la vez que disminuye la aportación de gases generadores de cambio climático», precisó el científico.