Cada vez resulta más evidente que la compraventa de dominios «.es» funciona mejor. Buena prueba de ello es que hace unos días se ha producido la mayor operación de la historia en este tipo de dominios con la venta de «auto.es» por 110.000 euros. Alguna de las empresas especializadas en ese sector llegó a ingresar el pasado año un millón de euros por este tipo de operaciones.
La venta de dominios «.es» comenzó en 1997 y desde 2005 el crecimiento ha sido «exponencial», porque ese año hubo un cambio de normativa para «agilizarla y hacerla más barata», según fuentes de Red.es, la entidad pública que gestiona estos dominios, que espera que la última semana de junio se registre el «.es» número un millón. Registrar un dominio cuesta cinco o diez euros si se hace con una de las 60 organizaciones registradoras de Red.es, y 35 si se hace directamente a través de la entidad estatal. El precio medio de un «.es» en el mercado de segunda mano es de 3.000 euros.
Carlos Blanco es uno de los principales inversores en este negocio en España. Blanco ha invertido 400.000 euros en la compra de 11.000 dominios en castellano en los últimos cuatro años, llegando a recibir 22.500 euros por uno de ellos. El inversor explica que un dominio bueno debe tener una palabra que diga algo por sí sola y una buena extensión de dominio. En castellano, los «.com» cotizan más que los «.net» y los «.es», aunque a medio plazo, los «.es» valdrán más que los «.net», según Blanco.
Blanco diferencia los inversores de los «cyberocupas», porque los primeros invierten en dominios genéricos, que no se parecen a marcas concretas. Cuando los dominios no se venden, ni se usan, y están sin contenido, se pueden introducir en un «parking» de dominios, gestionado por empresas como Sedo. Estas compañías crean una página en el dominio, en ella introducen anuncios relacionados con el nombre del mismo y el dueño obtiene ingresos por cada «click» de los usuarios, que pueden utilizar estas entidades para vender su dominio, aunque también lo pueden hacer por su cuenta en subastas electrónicas.