Desde que hace cuatro años llegara a las farmacias españolas la famosa «píldora azul», comercializada por el laboratorio Pfizer con el nombre de Viagra, muchos han sido los productos que sirven para mejorar la sexualidad de las mujeres que han querido alzarse con el perseguido título de «viagra femenina». El más conocido hasta el momento era el parche de testosterona indicado para mujeres que han sufrido histerectomía -extirpación del útero- u otras cirugías similares que afectan a sus órganos sexuales. Pero éste no ha sido el primero ni será el último «milagro» que se anuncie para las mujeres que padecen anorgasmia -imposibilidad de alcanzar el orgasmo- o falta de deseo sexual.
La bomba de vacío, conocida como «Eros», -instrumento de pequeño tamaño que funciona a pilas y actúa como un succionador incrementando el fluido sanguíneo en el clítoris en pocos minutos- o las hormonas de prostaglandina E-1 (inyectables o en crema), sustancia que facilita la lubricación vaginal y que ayuda a terminar con las dificultades que presentan algunas pacientes para alcanzar el orgasmo, intentaron también, en vano, colgarse la tan ansiada medalla. Pero hasta ahora han sido sólo intentos.
A estos fármacos prodigiosos se añadirá, a partir del próximo 14 de febrero, no por casualidad «Día de los Enamorados», un nuevo producto, que se comercializará en España con el nombre de Viacreme. Algunos medios de comunicación ya lo han bautizado como la «viagra femenina» pero médicos y farmacéuticos aseguran que no existe nada más lejos de la realidad. «Desde el punto de vista científico, en absoluto tiene nada que ver con la Viagra», señala Manuel de Nicolás, jefe de Ginecología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid. «El sildenafilo, principal componente de la Viagra, actúa como vasodilatador, mientras que los de Viacreme -mentol, L-Arginina y aminoácidos- aportan únicamente el llamado efecto placebo», explica el doctor De Nicolás.
Gel transparente y viscoso
Por tanto, la mal llamada versión femenina de la «píldora azul», es un gel transparente, viscoso, pegajoso y con un fuerte olor a menta. «La sensación de frío-calor que produce el mentol es lo que le da a este producto su efecto estimulante. La arginina tiene una acción defatigante, si se toma de manera continuada. En una sola dosis, como es este caso, no tiene ningún efecto», añade el jefe de Ginecología del Clínico de Valladolid. Esta sensación dura aproximadamente de diez a treinta minutos, según la publicidad del producto, pero algunas de las mujeres que lo han probado han asegurado haber sentido su efecto por períodos posteriores a una hora después de la aplicación.
Hasta el «Día de San Valentín» no podrá encontrarse en las farmacias españolas pero en Andorra, donde lleva casi dos años «aburrido en las estanterías de nuestras farmacias» -indica uno de los farmacéuticos del Principado- el «boom» mediático que se ha producido en España estos días ha acabado con todas las existencias. «Estos días vamos a vender todo lo que nos llegue y más, pero este producto no va a tener éxito porque no es lo que la gente piensa», anuncia Jesús Robinat, dueño de la Farmacia Pasteur en Andorra.
El precio de Viacreme asciende a 90,15 euros (14.975 pesetas) con 24 mililitros de producto, repartidos en doce dosis individuales. El gel se extrae del sobre por presión y se aplica con la yema de los dedos en el área del clítoris. Se vende sin receta médica y, según los laboratorios farmacéuticos estadounidenses que lo han elaborado, no tiene efectos secundarios aunque no se aconseja su uso a mujeres embarazadas o que sufran anorexia. El Ministerio de Sanidad, que asegura no tener ninguna noticia sobre este nuevo producto, advierte que no se puede considerar ni medicamento ni cosmético «porque no se ha presentado en ninguno de los dos registros», indicaron fuentes de este ministerio.
A la fórmula, obra del ginecólogo norteamericano Ronald James Thompson, ya le han salido dos competidoras en Estados Unidos. «Eva´s Accent» («El acento de Eva»), un tubo de gel de 60 g que cuesta algo más barato, 66 euros (10.981 pesetas), y «Herpleasure» («Su placer»). Pero ninguno de las tres puede ser considerado como la «viagra femenina». Los laboratorios Pfizer siguen investigando la fórmula de la «pastilla rosa», la hermana gemela de la «pastilla azul», pero con menos cantidad de sildenafilo. Todavía habrá que seguir esperando.