La Licencia Pública General (GNU/GPL), promovida por la Free Software Foundation y que constituye la licencia más popular en software libre, acaba de ver la luz en su tercera versión tras 15 años sin registrar modificaciones.
Esta versión definitiva, que surge después de un proceso abierto de colaboración en su redacción, sale a la luz tras recoger aclaraciones a supuestos que se han dado a lo largo de los últimos años en su utilización. Este «refuerzo» pretende incrementar las defensas del software libre, indicaron sus promotores.
Los cambios se han encaminado ante todo a luchar contra cualquier forma de freno a la libertad del usuario. Así, parte de las reformas tienen que ver con las consecuencias de las patentes de software. Se pretende salvaguardar de esta forma a los creadores de software bajo GPL del riesgo de que terceros patenten sus desarrollos.
También se prohíbe el uso de software cubierto con la Licencia Pública General en sistemas con tecnologías anticopia (DRM, o Digital Rights Management), que «restringen la libertad del usuario», según Free Software Foundation. Asimismo, se ha hecho un esfuerzo para hacer a esta licencia más compatible con otras, así como para facilitar su adaptación a la realidad de cada país.