Con el objetivo de incrementar las medidas de seguridad interna en el país, el ministro del Interior británico, Charles Clarke, propondrá en la reunión de ministros de Interior y Justicia de la Unión Europea (UE) del próximo miércoles en Bruselas, que las fuerzas de seguridad tengan acceso a registros de llamadas, mensajes de texto por teléfono móvil y correos electrónicos.
Clarke dijo ayer que «los registros de telecomunicaciones, sean por teléfono o correo electrónico, que revelan qué llamada se hizo desde qué número a qué otro número y a qué hora, son de mucha utilidad para los servicios de seguridad». El ministro precisó que lo que plantea no es el acceso al contenido de esas comunicaciones, sino a sus registros, que las empresas de telecomunicaciones estarían obligadas a facilitar a la Policía y que deberían poder conservarse por algún tiempo.
Como hizo tras el 11-S, la Policía británica ha solicitado ese tipo de información a las compañías de telecomunicaciones, pero no tienen obligación de suministrarla. Además, para que la medida sea efectiva, Clarke la planteará ante la UE. Otras, como el mayor control en los puertos fronterizos, las puede tomar el Reino Unido unilateralmente y aplicar de manera inmediata.