Reforzar la seguridad del comercio electrónico, simplificar las normas que lo rigen y aplicar medidas específicas para las pequeñas y medianas empresas (pymes) son los tres ejes principales del informe aprobado ayer por el pleno del Parlamento Europeo. Y es que aunque actualmente uno de cada tres ciudadanos europeos compra por Internet, únicamente 30 millones realizan compras transfronterizas.
El peligro más grave para el futuro del comercio electrónico viene de la desconfianza sobre la seguridad de las transacciones y de los pagos, indica el informe. Los eurodiputados piden por ello a la Comisión Europea que establezca mecanismos que refuercen la confianza en los pagos on line internacionales entre empresas y particulares y que cree sistemas adecuados de resolución de conflictos en caso de prácticas ilegales.
Comportamientos ilícitos como la falsificación, la piratería, el fraude, la violación de la seguridad de las transacciones y la invasión de la esfera privada de los ciudadanos preexistían en el «mundo físico», si bien estas actividades se han visto «facilitadas y exacerbadas» por las abundantes posibilidades tecnológicas que proporciona Internet, según los parlamentarios europeos.
Pymes
Los eurodiputados instan igualmente a la Comisión a que, en lo referente a las pymes, desarrolle una estrategia exhaustiva que permita la eliminación de los obstáculos, aún existentes para este tipo de empresas, en relación al uso del comercio electrónico (acceso a las tecnologías de la información, costes de desarrollo y mantenimiento de los sistemas de e-Business, falta de confianza, falta de información e inseguridad jurídica en caso de conflictos transnacionales, etc.), junto con recomendaciones políticas que incluyan la oferta de incentivos a estas empresas para una mayor participación en el comercio en línea.
El informe apuesta finalmente por una mayor participación de los países en desarrollo en el comercio internacional a través de Internet y considera que debe apoyarse con mayores inversiones, esencialmente a través de infraestructuras básicas, como redes de telecomunicaciones y equipos de acceso.