La crisis de Enron o el lento despegue del comercio electrónico alientan las expectativas de los notarios, conscientes de las garantías que para un ciudadano europeo representa la condición pública de la función que desempeñan por delegación del Estado. «Si hace cuatro o cinco años nos preguntaban qué iba a ser de nosotros, ahora nos piden que echemos una mano», evoca Juan Bolás, presidente del notariado español que ejerce, este año, la presidencia de la Conferencia de Notariados de la Unión Europea (UE).
Los notarios españoles quieren aprovechar este periodo -que coincide, por casualidad, con el mandato de España al frente del Consejo Europeo-, para impulsar el marco jurídico de la firma electrónica, el reconocimiento de la escritura pública como documento ejecutivo europeo y la creación de un registro europeo de testamentos, entre otras iniciativas.
Respecto a la firma electrónica Bolás indicó que «en la UE somos 35.000 notarios que ejercemos al modo continental. Frente al notario anglosajón, que no garantiza nada, no es un jurista, no tiene obligación de actuar ni responde del contenido de un documento, nosotros somos funcionarios y tenemos delegada una función pública. Un notario, como nosotros, responde de que un documento se ajusta a la legalidad, y de no ser así, no lo autoriza. A veces, hace falta ser mejor notario para no autorizar un documento que para autorizarlo».
La garantía significa mucho. «La entidad de certificación dice, para entendernos, que una firma está registrada a nombre de don Fernando. El notario dice mucho más: que don Fernando estaba ahí, que estaba absolutamente de acuerdo con lo que figura en el documento, que nunca va a poder desdecirse y que, por añadidura, dispone de una copia que el propio notario le ha facilitado», indica.
Sobre la contratación electrónica, explicó que «creamos la Fundación para el estudio de la seguridad en las transferencias electrónicas, colaboramos con la Agencia Tributaria para facilitar el pago del IRPF vía Internet, hemos formado convenios… Por eso, se habla de una ventanilla electrónica notarial, para expresar que nos hemos propuesto, a través de la red, facilitar las gestiones y reducir el tiempo y la distancia con lo que ello supone de ahorro de costes».