La piratería de compactos genera en la industria musical e informática millones de pérdidas anuales. Ésta es la razón por la que los distintos fabricantes intentan encontrar soluciones que eviten el duplicado de CD´s originales. Muchos han sido los intentos, y la compañía israelí Midbar Ltd. parece haber encontrado el remedio definitivo. Cactus Data Shield (CDS) es el nombre de una nueva modalidad de CD´s protegidos, que permitirán su reproducción en todo tipo de dispositivos degradando la calidad de audio en cada nueva copia.
De esta manera se consigue subsanar errores pasados que no permitían la reproducción de estos formatos musicales en aparatos que no fueran específicamente equipos de música. Esto suponía que un internauta que hubiese adquirido un disco original y pretendiera, por ejemplo, escuchar su música favorita en el reproductor de su coche, no podía. Un detalle que consiguió que millones de usuarios se sintieran estafados. Pero el sistema de Midbar tampoco consigue eliminar por completo este problema, ya que genera problemas con ordenadores que no trabajen bajo Windows.
Esta es la razón por la cual los usuarios de Linux, Unix y MAC no pueden escuchar los discos protegidos con este sistema. Como no podía ser menos, estos internautas están absolutamente en contra de la estandarización de este tipo de compactos, que les obligarían a optar por un sistema que no es de su agrado. Pero no se detienen aquí los problemas puesto que los cibernautas que posean un equipo de música antiguo tampoco podrán disfrutar de sus discos ya que estos no son reconocidos en lectores viejos. Un problema generado por un exceso de celo en la protección de los derechos de autor de los distintos artistas. O una interesante manera de incrementar la venta de nuevos equipos de música y sistemas operativos relacionados con la conocida empresa de Bill Gates.
Pero no sólo se trata de un problema relacionado con la protección de discos. La Sociedad General de Autores de España (SGAE) ha iniciado procesos judiciales contra compañías fabricantes de CD´s. Exige a éstas el abono de cierta cantidad de dinero por cada uno de los compactos vendidos, lo que sin duda supondrá un aumento del precio de cada unidad. Un potencial beneficio para la SGAE, pero que obliga a los usuarios a desembolsar más dinero por adquirir discos. Y no se debe olvidar que además de los cibernautas que compran CD´s para su uso personal, los mayores consumidores de estos productos son las empresas informáticas, las cuales verían notablemente afectado su porvenir.
Éstos sistemas no terminan de convencer a los internautas, que se ven obligados a pagar las consecuencias generadas por los verdaderos piratas, gente que consigue millones en concepto de venta de compactos ilegales. Filibusteros que no encontrarán demasiados problemas en descubrir cómo «evitar» los nuevos sistemas de protección, mientras que el usuario medio tendrá que pagar precios posiblemente más elevados para poder adquirir un producto para su propio disfrute. Y es que no se debe olvidar que los CD´s tienen más utilidades que la copia indiscriminada de discos, como por ejemplo, almacenar datos de interés para un usuario.