Microsoft ha negado que el software instalado en las cámaras de los teléfonos móviles con sistema operativo de Windows Phone 7 rastree de forma indiscriminada la ubicación de los usuarios. La compañía se defiende así de la demanda colectiva presentada el pasado 31 de agosto ante la corte federal de Seattle (Estados Unidos) y afirma que el diseño del software permite a los usuarios de su sistema operativo móvil una configuración personalizada sobre la publicidad de sus datos.
«Nos tomamos las cuestiones de privacidad de nuestros clientes muy en serio», ha asegurado el portavoz de Microsoft. En un comunicado, la compañía explica que los datos que capturan a través de las cámaras y almacenan en su base de datos de localización no pueden relacionarse con un dispositivo o usuario en concreto. También aclara que los datos transmitidos por las cámaras impiden a Microsoft conocer la identidad del usuario que utiliza ese teléfono móvil.
La compañía no es la primera empresa tecnológica acusada de rastreo de datos sin consentimiento. En abril, los iPhone de Apple ya registraron acusaciones similares. Entonces, la compañía de la manzana argumentó que sus bases de datos solo recopilaban los puntos de acceso wifi cercanos a la ubicación de los usuarios para facilitar de forma rápida la localización, si así se pedía.