Ocho entidades financieras -Caja Laboral, Bankinter, Banesto, Caixa Galicia, Cajamar, El Monte, Bancaja y el Banco de Guayaquil- han puesto en marcha un modelo de cobro y envío de dinero a través del teléfono móvil, que no requiere ni tarjeta ni transferencia bancaria.
El sistema, denominado «Hal-Cash», permite que un cliente de una entidad financiera adherida al sistema pueda efectuar un envío de dinero, mediante el canal que elija (Internet, oficina, móvil, cajero, o SMS), al teléfono móvil de cualquier persona, para que pueda ser retirado de forma inmediata y segura en un cajero automático de la red «Hal-Cash» (más de 6.000 operativos en la actualidad y una página web, halcash.com), sin necesidad de usar una tarjeta de crédito ni ser cliente de la propia entidad.
El procedimiento para los envíos es el siguiente: el cliente da la orden a la entidad para que realice el pago a un determinado número de teléfono, indicándole una clave de seguridad de cuatro dígitos.
La entidad emisora (integrada en Servired) comunica el envío a «Hal-Cash», que registra la operación, guarda la primera clave y genera una segunda, que es a su vez enviada como mensaje SMS al móvil del receptor del dinero, con el importe que recibirá y que podrá retirar en cualquier cajero automático de las entidades adheridas, tecleando las dos claves de seguridad, el número del móvil y el importe exacto, pulsando en el logotipo «Hal-Cash» que ya figura en la pantalla del cajero.
José María Narbaiza, director de Innovación de Caja Laboral, explicó ayer, durante la presentación del proyecto, que «la realización de envíos se lleva a cabo de una forma muy sencilla para el usuario». En su opinión, la propuesta se resume en los conceptos de «instantaneidad y coste, al servirse de la inmediatez de la red de mensajería SMS hasta automatizar al máximo la entrega de efectivo en los cajeros».
Narbaiza explicó que el modelo está dirigido especialmente al colectivo emigrante, que envía de forma habitual «remesas de dinero a sus países de origen», una práctica que en 2003 alcanzó los seis millones de envíos, de los que el 90% era inferior a mil euros.