Hoy arranca en Ginebra la primera Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI), impulsada por Naciones Unidas (ONU), con el objetivo principal de reducir la denominada «brecha digital» entre los países del Norte y del Sur.
Así, desde hoy y hasta el viernes cerca de medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno, además de múltiples altos cargos de casi 200 países, participarán en la primera fase de esta cumbre, que tendrá continuación en noviembre de 2005 en Túnez. Al frente de la delegación española estará el ministro de Ciencia y Tecnología, Juan Costa.
El presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, es uno de los participantes en la cumbre que está pidiendo más insistentemente la colaboración de Occidente para reducir las diferencias en el acceso de los pueblos a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), mediante la creación de un «fondo de solidaridad digital».
Wade es consciente de que la idea de este fondo actualmente es rechazada por la mayoría de los países occidentales, por lo que propondrá en Ginebra su adhesión voluntaria, pudiendo elegir los países su suscripción así como la cuantía de la misma. No obstante, las principales potencias ya han rechazado esta iniciativa.
Otro de los grandes temas de debate girará en torno al organismo regulador de Internet. En la actualidad, la Red es gestionada por la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN, por sus siglas en inglés), entidad estadounidense sin ánimo de lucro.
Ante las dudas sobre la objetividad de este organismo, se ha propuesto la creación de una agencia de Naciones Unidas que controle Internet. Sin embargo, la Administración Bush y Occidente se han apresurado a rechazar esta iniciativa, cuya discusión ha quedado desplazada a un grupo de trabajo que analizará las variantes con vistas a la cumbre de Túnez.
Plan de Acción
En cualquier caso, en Ginebra se adoptará una declaración política y un plan de acción que deberá ponerse en práctica antes de la segunda fase. Este Plan, en principio, abarcará acciones concretas y generales, como la elaboración de «ciberestrategias» nacionales para todos los países, la puesta en marcha de un «Pacto digital a nivel mundial» y la creación de un índice de desarrollo de las TIC, que servirá de punto de referencia para valorar las acciones emprendidas.
En el documento de trabajo para el desarrollo del plan de acción, se ha propuesto, entre otras cosas, que en 2010 el 90% de la población mundial tenga acceso inalámbrico a Internet y que en 2015 ya sea completo, así como que en 2005 todos los gobiernos nacionales tengan sitio web propio y una dirección electrónica.