Ayer fue presentada en sociedad la primera «Casa Internet» española que estará abierta al público durante los próximos meses. Esta es la primera casa de estas características ubicada y diseñada en un entorno real en España. Comodidad, control y seguridad son los tres elementos fundamentales de la «Casa Internet», que posee toda la infraestructura necesaria para aplicar la más moderna tecnología al hogar, a pesar de lo cual su precio final sólo se encarecerá un 1% de media.
Una llave con sensor permite acceder al piso de 180 metros cuadrados. El propietario se dirige hacia un pequeño monitor instalado en la pared donde selecciona uno de los dieciséis «modos de vida» (vacaciones, fin de semana, despertar, dormir, fiesta, etc…) programados, que permite al sistema interpretar automáticamente patrones de actuación establecidos. Por ejemplo, si se pulsa el modo «cine», automáticamente se bajan las persianas mientras desciende de una de las paredes del salón una gran pantalla de proyección. Sin moverse del sillón el usuario puede elegir la película, el canal o la plataforma que desea, ver a través de una cámara lo que ocurre en la habitación de los niños o quién ha llamado a la puerta.
La capacidad de control es el segundo gran mérito del sistema, ya que permite el acceso a las distintas funciones a través de la agenda electrónica, el teléfono móvil o cualquier navegador. Estos terminales posibilitan el control de la red interna de cámaras de TV, la iluminación de todos los puntos de la casa, el control de electrodomésticos, persianas, y accesos al hogar, y el control de los sistemas de seguridad y la climatización, entre otras muchas facilidades, además de la medición y control de consumos.
A la comodidad y al control, se une la seguridad, tanto de la red y de la conexión a Internet como en el acceso a la vivienda, mediante un sistema de sensores en los accesos. También controla posibles escapes de gas, agua y humo, y de suministros y cortes. Ambos sistemas informan de alertas a través de la alarma, Internet o teléfono móvil. Existen circuitos internos de vídeo que permiten, por ejemplo, vigilar la actividad de los bebés en su habitación a través de Internet, para evitar situaciones de riesgo.