En el año 2010 Google presentó su proyecto de coche que se conduce solo, una idea sugerida en infinidad de ocasiones por la ciencia ficción, pero que hasta el momento no había avanzado lo suficiente a nivel tecnológico para convertirse en un proyecto real con vistas a su comercialización. Sin embargo, parece que el proyecto del popular buscador es viable, y distintos fabricantes lo respaldan con numerosas innovaciones en este campo. En 2020 podría ya ponerse a la venta. A continuación, se explican los detalles de este avance tecnológico.
Coches autónomos: una realidad comercial en 2020
Este proyecto ha acelerado la investigación de fabricantes del sector como Nissan. La empresa piensa que en un plazo de siete años los coches autónomos estarán disponibles para los usuarios domésticos. Por su parte, el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE) predice que en 2040 el 75% de los vehículos presentes en la carretera serán autónomos.
Sin embargo, y por el momento, la realidad parece discurrir por otros derroteros más acordes con la actual crisis económica. Una encuesta realizada en 2012 por Bosch en Alemania reflejaba que solo un 29% de los encuestados consideraría comprar un automóvil sin conductor.
Las ventajas de este tipo de vehículo afectarán tanto a la seguridad como al medio ambiente y la economía
En lo que coinciden todos los expertos es en que las ventajas de este tipo de vehículos de conducción autónoma alcanzarán campos tan dispares como la seguridad, el medio ambiente y la economía.
Por un lado, permitirán reducir el número de accidentes, muchos de los cuales se producen por errores del conductor, como distracciones, conducción temeraria o llevar una velocidad inadecuada. De hecho, los fallos humanos suponen la mayoría de los accidentes de circulación.
También se espera que se utilicen velocidades de crucero optimizadas para cada trazado y energéticamente eficientes, debido a que la conducción segura posibilitará fabricar automóviles más ligeros, al prescindir de algunas partes estructurales de protección como los parachoques actuales. Así, se reducirá la contaminación y se conseguirá un ahorro sustancial en gasolina.
Entre las compañías fabricantes de vehículos que tienen planes de construcción de coches autónomos se encuentran Nissan, General Motors, Volkswagen y Audi
Entre las compañías fabricantes de vehículos que tienen planes de construcción de coches autónomos se encuentran Nissan, General Motors, Volkswagen y Audi. La última empresa en confirmar una propuesta de este tipo ha sido Mercedes: el pasado mes de septiembre anunció un proyecto junto con Nokia y otras empresas, como Continental, para crear un sistema de navegación para turismos autónomos.
Primeros vehículos, un lujo
No obstante, muchos analistas advierten que no conviene ser optimistas en exceso, pues la conducción autónoma es una realidad en pruebas y en desarrollo, pero aún es demasiada cara para que esté disponible en un vehículo de producción industrial a precios asequibles para todos los públicos.
La conducción autónoma implica ser capaz de detectar toda la información que se produce alrededor del vehículo para tomar la decisión adecuada
Este tipo de coches utilizan, entre otras tecnologías, radares, láseres, videocámaras, GPS y sensores inteligentes que se combinan con diferentes algoritmos y sistemas de inteligencia artificial para tomar todas las decisiones en el tiempo real que conlleva la conducción. Esto implica ser capaz de detectar toda la información que se produce alrededor del automóvil para, de forma instantánea, tomar la decisión adecuada.
En el caso del vehículo de Google, el equipo completo de tecnología aplicado a un coche comercial, un Toyota Prius modificado, tiene un coste de unos 150.000 dólares, de los cuales, la mitad del presupuesto está destinado al sistema LIDAR. Este es un dispositivo situado en la parte superior del vehículo que contiene 64 haces láser que rotan a su alrededor para obtener un mapa tridimensional en tiempo de real de unos 60 metros de distancia respecto a este.
No obstante, se espera que en los próximos años el coste de estas tecnologías baje lo suficiente como para hacer rentable su comercialización. Por este motivo, los principales fabricantes han anunciado la fecha de 2020 como el año en que su precio hará posible su rentabilidad comercial.
Cambios en las normas de circulación
La entrada en escena de este tipo de vehículos no se podrá hacer, de todos modos, sin que existan algunas modificaciones en las normas de circulación. Los coches autónomos tienen que respetar esa normativa, así como la vida de las personas; es decir, deben conducir desde un punto de origen al destino marcado por el usuario sin desviaciones.
A este respecto, Nevada, California y Florida han sido los primeros estados de EE.UU. en permitir probar y operar con vehículos autónomos gracias a un cambio legislativo aprobado en sus órganos de gobierno.
Además, los coches autónomos también deberán pasar una inspección para que se pueda dar luz verde a las modificaciones realizadas.
A finales de agosto, Google anunció una inversión de 250 millones de dólares en Uber, una empresa norteamericana dedicada al envío de automóviles con conductor a los clientes que lo soliciten.
Esta noticia permite ver parte del futuro que se puede presentar con este tipo de vehículos. Los coches autónomos pueden sustituir la labor de muchos profesionales de la conducción, como taxistas en las ciudades, servicios de transporte urbano o camioneros dedicados al transporte de mercancías por carretera.