La industria del videojuego avanza inexorable a la conquista de nuestra sociedad. Y no sólo en el campo del ocio, sino también, a decir de muchos, en el de la cultura. De momento, ha penetrado en todos los estratos y ya quedan pocas casas sin una videoconsola en su salón. ¿Desaparecerá Hollywood, protagonizaremos en el futuro nuestras propias películas o acabará la piratería con esta industria? Para responder éstas y otras preguntas, CONSUMER EROSKI contactó con uno de los mayores expertos en la materia de nuestro país, el periodista y blogger Jorge Mediavilla. Mediavilla, que en su día fue responsable del desarrollo de la plataforma de videojuegos de Ya.com, edita el blog Banzaii, desde donde escribe sobre las novedades y noticias del sector con un excelente pulso.
“El videojuego Heavy Rain aspira a ser una película “jugable”, cuyo argumento y desenlace variarán en función de nuestras decisiones morales”
Comenzamos con una pregunta bastante compleja. Los videojuegos se han visto históricamente como mero entretenimiento, un software para niños, destinado a pasar el rato o más bien perderlo. Poco a poco, esa connotación negativa está desapareciendo a medida que los videojuegos ganan complejidad, son más realistas y son capaces de generar bellas experiencias visuales y sonoras e historias que realmente nos emocionan, nos llegan y nos marcan. Realmente hay un gran debate al respecto.
Uno de los argumentos de más peso para pensar que los videojuegos son un arte dice que si el cine es un arte, determinados videojuegos que van mas allá que muchas películas deberían serlo con más razón. Actualmente está en preparación un videojuego, Heavy Rain, que aspira a ser una película “jugable”, cuyo argumento y desenlace variarán en función de nuestras decisiones morales. Sin hablar de futuribles, por ejemplo Metal Gear Solid 4 cuenta con hora y media de escenas cinemáticas, que es la duración media de cualquier película, a lo que hay que añadir las horas y horas de juego.
“Aquí en España, como siempre, estamos bastante atrasados: no hay ni reconocimiento ni mucho menos subvenciones”
Los videojuegos son tan poderosos, y se les tiene tanto miedo, porque generan una mayor identificación con el jugador. La literatura y el cine juegan mucho con la identificación; ponernos en la piel del protagonista nos hace sentir emociones que en los videojuegos son más fuertes, porque el protagonista, que además podremos personalizar para que se parezca exactamente a nosotros, responde además a nuestros deseos, a las órdenes del mando que nos da el control completo de la acción.
La cosa también varía según la zona. Por ejemplo, los videojuegos son un arte en Francia. Allí el Ministerio de Cultura ha nombrado Caballero de las Artes y las Letras en Francia a Miyamoto, padre de Mario o Zelda, y a otros grandes creadores. Aquí en España, como siempre, estamos bastante atrasados. No hay ni reconocimiento ni mucho menos subvenciones, aunque parece que poco a poco el Gobierno empieza a darse cuenta de que es la industria del entretenimiento más potente ahora mismo.
Para mi algunos juegos son plásticamente tan bellos y cuentan historias que provocan sensaciones que podrían ser considerados obras de arte. Y no cabe duda que las personas que están detrás de determinados juegos son artistas.
“La nueva filosofía de Wii está calando hondo, atrayendo a muchos nuevos jugadores”
Ya lo están haciendo. La nueva filosofía de Wii está calando hondo, atrayendo a muchos nuevos jugadores que veían en el mando tradicional un impedimento insalvable para comprar una consola. Nintendo DS también ha colaborado mucho en este sentido, gracias a su pantalla táctil y a juegos y software de mejora personal, como Brain Training, Nintendogs, etc.
Tanto Microsoft como PlayStation se han dado cuenta de que el camino que han de seguir pasa por hacer atractivos los juegos para todos y lanzan karaokes, juegos que captan los movimientos por medio de cámaras, otros basados en Trivial con pulsadores y otras iniciativas no dirigidas al jugador “hardcore”, ése que pasa demasiadas horas delante de la pantalla. Ya no es tan difícil ver a una persona de la tercera edad a los mandos o chicas de mediana edad disfrutando a tope en el autobús o el metro.
Prácticamente todo. Hay juegos educativos para todas las edades, se puede aprender inglés o chino, se puede dejar de fumar, leer libros, mejorar la memoria, ponernos en forma… Evidentemente, también pueden distraer mucho y quitar tiempo a niños y adolescentes que deberían estar estudiando o haciendo los deberes. Se puede jugar, pero siempre con moderación.
El gran acierto de los videojuegos está siendo tomar prestado el lenguaje del cine en su favor para contar historias, con el añadido de que los videojuegos pueden ir más allá. Los videojuegos tienen la capacidad de apropiarse de la forma de contar historias del cine y aportar nuevas experiencias que impliquen más al espectador/jugador, que requieran su participación activa.
“Se está produciendo una fuga de cerebros desde la industria del cine a la de los videojuegos”
Otro aspecto que hay que tener en cuenta en la relación entre cine y videojuegos es que directores de la talla de Steven Spielberg se han pasado a los videojuegos, dadas las dificultades y apreturas del cine actual. Se está produciendo una fuga de cerebros de una industria a otra, motivada por la mayor rentabilidad de los videojuegos y las posibilidades, confesadas por ellos mismos, de crear nuevas experiencias que van más allá que sus películas.
La relación entre videojuegos y cine es un poco tormentosa. Los videojuegos creados para ser lanzados junto a la película suelen ser de muy poca calidad, como los juegos de Shrek, Bolt o Wall-e, pero también hay excepciones, joyas como los juegos de Riddick, que no se limitan a contar de nuevo la historia. Otros experimentos reseñables son el último videojuego de Bourne, una buena adaptación que quiso captar el espíritu de la película y añadir nuevos contenidos a la saga, o Stranglehold, que quiso ser la segunda parte de la película “Hard Boiled” en formato videojuegos y con Chow Yun-Fat como protagonista.
“Los videojuegos se están sirviendo del cine y la música sin complejos para convertirse en la industria más potente del entretenimiento”
En el otro sentido, las adaptaciones que se han hecho de videojuegos a la gran pantalla no han logrado captar el espíritu de su homónimo en consola. Los amantes de los videojuegos sufrimos a un director como Uwe Boll, que ha hecho obras de ínfima calidad a partir de videojuegos como House of the Death o Alone in the Dark, sirviéndose de la popularidad de los títulos y ofreciendo un producto realmente deplorable. Los jugadores aún estamos esperando un director de una nueva camada que haga las adaptaciones que creemos que se merecen algunos videojuegos.
La música también se está sirviendo de los videojuegos. Grupos como Aerosmith han ganado más con un Guitar Hero que con cualquiera de sus discos. Los videojuegos se están sirviendo del cine y la música sin complejos para convertirse en la industria más potente del entretenimiento. Con todo, no creo que los videojuegos lleguen a imponerse tanto que el cine deje de existir. A veces sólo queremos relajarnos, acurrucarnos en el sofá o la butaca y que nos cuenten una buena historia y para eso una buena película es perfecta.
“Aunque nunca están de más, no hacen falta grandes gráficos para enganchar a la gente”Yo creo que las claves son la innovación y la “jugabilidad”. Innovar es lo que hace que se cree expectación y el juego enganche antes de ver la luz. Posteriormente, con el juego en las manos la originalidad es muy valorada por los críticos y usuario, pero también tiene que ser muy “jugable”. La buena “jugabilidad” es la que hace, por ejemplo, que videojuegos independientes, creados por usuarios, como Braid o World of Goo triunfen, o que videojuegos con gráficos del Pleistoceno, como Wii Sports, se alcen con el título del juego más vendido de la historia. Aunque nunca están de más, no hacen falta grandes gráficos, ni una banda sonora de lujo ni las licencias oficiales para enganchar a la gente.
“Estas Navidades la crisis se ha comenzado a notar mucho en la industria de los videojuegos”
Hay mucha incertidumbre, como en el resto de sectores. Las empresas de videojuegos no suelen dar datos exactos de ventas, pero por lo que tengo entendido, estas Navidades la crisis se ha comenzado a notar mucho en la industria. En navidades se vende alrededor del 70 % de los juegos de todo el año y este año los jugadores se han apretado bastante el cinturón.
La bajada de beneficios ha hecho ya reaccionar a las grandes empresas de videojuegos, como Electronic Arts o Sega, con despidos, cierres de estudios desarrolladores y reestructuraciones. Los videojuegos no son ajenos a la coyuntura, pero también es verdad que tradicionalmente, en épocas de crisis, el entretenimiento no suele verse tan afectado como otras industrias.
“Muchas de las empresas de videojuegos ya no editan muchos de sus títulos para PC debido principalmente a la piratería”
Realmente se dejan de vender muchos videojuegos debido a la piratería. Por ejemplo, muchas de las empresas de videojuegos ya no editan muchos de sus títulos para PC o los editan más tarde que en consolas debido principalmente a la piratería, entre otros factores.
Por su parte, Nintendo sufre en Wii y DS un grado de piratería muy elevado, lo cual les resta gran cantidad de ventas, pero por otro lado, la piratería ha popularizado enormemente su consola, con el plus de que Nintendo gana dinero desde el primer momento con cada Wii vendida. Aunque Nintendo deja de ganar mucho dinero, la piratería no ha impedido que se haya convertido en la empresa de más valor de Japón.
“La consola más difícil de piratear es la PS3, pero también intuyo que por ello, entre otras razones, es la menos vendida”
El problema más grande lo tienen Microsoft y Sony, que venden sus consolas por debajo de su precio de coste con la intención de recuperar el dinero luego con los juegos, pero si la gente compra la consola y luego no compra juegos debido a la piratería, el sistema no funciona. La consola más difícil de piratear es la PS3, pero también intuyo que por ello, entre otras razones, es la menos vendida y ha pasado del primer al último lugar en la guerra de las consolas.
La piratería afecta y mucho al sector, pero sus efectos son difíciles de medir. No hay que dar por sentado, y es un error muy común, que un juego pirateado significa un juego que se ha dejado de vender. Es un tema complejo…
En PC hay mucha polémica con sistemas como el de Spore, cuyo sistema de DRM [Digital Rights Management, anticopia] sólo dejaba instalar el juego en tres ordenadores diferentes con una misma copia, mientras que el juego pirateado se podía instalar sin restricciones. Los usuarios se quejan de estos sistemas, pero las compañías dicen que son necesarios para proteger su producto, conseguir rentabilidad y seguir lanzando videojuegos que necesitan tanta financiación como las grandes producciones de Hollywood. No creo que sea éste el camino que se ha de seguir.
“Una bajada de precios animaría a los usuarios a comprar sus juegos favoritos, en vez de piratearlos”
En Banzaii escribí hace poco un artículo con varias formas de impedir la piratería: El modelo Guitar Hero o Wii Fit, que sin la guitarra o el Wii Balance Board no se pueden jugar, el modelo Burnout, que ofrecería descargas adicionales y ampliaciones gratuitas a los compradores legales, o el modelo Battelfield Heroes, un videojuego que será gratuito y que se financiará por medio de publicidad. Otros videojuegos masivos multijugador on line son también gratuitos y tienen éxito vendiendo objetos, por ejemplo.
Los usuarios en su mayoría confiesan que piratean porque los juegos son muy caros. Una bajada de precios animaría a los usuarios a comprar, a coleccionar sus juegos favoritos, en vez de piratearlos.
“El siguiente paso es claramente la distribución on line, no sólo de juegos, sino de películas y otros contenidos”
Los juegos en disco tienen fecha de caducidad. El blu-ray, el nuevo sistema de almacenamiento en disco de Sony, que ya se ha impuesto al HD-DVD, no está funcionando. El modelo de negocio va a cambiar radicalmente en la siguiente generación de consolas. El siguiente paso es claramente la distribución on line, no sólo de juegos, sino de películas y otros contenidos. Las consolas domésticas actuales, excepto Wii, cada vez montan discos duros de mayor capacidad para ello, ya están preparadas. Los usuarios tenemos muchas esperanzas de que este sistema baje los precios, puesto que se ahorran los gastos de producción, transporte y las comisiones de las tiendas.
El código de los videojuegos no es libre y no se puede abrir y “hackear”. Lo que sí se puede hacer es usar los editores de niveles para hacer nuevos niveles o realizar modificaciones permitidas para situar, por ejemplo, un shooter (juego de disparos) en otra época. El contenido generado por el usuario es muy positivo, está generando grandes videojuegos y está siendo alentado por Microsoft para Xbox, con su herramienta XNA, y por Sony con videojuegos como Little Big Planet, en el que los jugadores pueden hacer nuevos niveles libremente para PlayStation 3 y compartirlos con el resto de usuarios.
Si, una gran idea. Linux es cada vez más popular. Tiene todo el sentido.
“La situación de la industria del videojuego española es bastante penosa”Bastante mal, en el furgón de cola. Los grandes videojuegos necesitan enormes inversiones y en España no hay apoyo ni subvenciones. Los únicos que lograron dar la campanada de verdad fueron Pyro Studios con Commados, pero en líneas generales estamos a años luz de Francia o Gran Bretaña. Luego hay intentos independientes muy loables y algunas otras compañías como Virtual Toys con su Rafa Nadal o Horsez, pero en general la situación es bastante penosa. España debería alentar la creación de videojuegos y no permitir la actual fuga de cerebros. Si no queremos de nuevo perder otro tren, hay que cogerlo ya.