Basta con echar un vistazo a los kioscos para darse cuenta de que la decoración de interiores se está convirtiendo en un arte de aficionados al DIY (‘Do It Yourself’), donde la originalidad y el carácter están más valorados que el dominio del Feng-shui. Pero lanzarse a la obra sin someter los diseños a las conveniencias del software adecuado puede salir muy caro, en tiempo y en dinero, especialmente si no se cuenta con la asistencia de una mano profesional.
Algunas empresas, como Ikea, ofrecen sus propias herramientas de planificación, que incluyen todos los productos del catálogo
La versión gratuita de Google SketchUp es uno de los programas de diseño en 3D con un menú amistoso, resultados profesionales y una serie detutorialesque reducen la curva de aprendizaje a una tarde. Otras herramientas como Arquitecto 3D, Diseño de Interiores 3D (databecker) o Abracadata Design Your Own Home (para Apple) son opciones más profesionales, aunque también más caras.
Diseñar a mano: más trabajo pero más personal
SketchUp era la niña bonita de ‘Last Software’, una compañía dedicada al desarrollo de programas para diseñar en 3D, hasta que fue comprada por Google el pasado marzo. La intención detrás de SketchUp es ofrecer al usuario no especializado una herramienta sencilla para iniciarse en el mundo del diseño y recrear edificios, entornos y arquitecturas del mundo real.
Una vez terminados, SketchUp permite plantar los resultados en Google Earth, el mapa-satélite tridimensional de la empresa, y compartirlos con otros usuarios. También es exportable aAutocad, un detalle a tener en cuenta si se quiere obtener los permisos necesarios para construir una casa.
El proceso es sencillo: utilizando un menú de herramientas que recuerda a programas de edición de imagen como Paint o Photoshop, y siguiendo el patrón marcado por los manuales, el usuario crea el espacio y los elementos que ha ideado para su casa. La manera más sencilla es ir de más a menos, recordando que no se trabaja en plano sino, sobre un espacio tridimensional.
Para dibujar una casa, por ejemplo, hay que empezar por las paredes exteriores, seguidas de las paredes interiores y, una vez se tienen las dos capas, insertar puertas y ventanas. Todos los elementos estructurales tienen que ir al principio; después las escaleras, columnas y chimeneas para, una vez que se posee el entorno sólido, seguir con el ‘entorno móvil’; esto es, muebles, plantas y aparatos eléctricos. Es importante que todo, desde la pared hasta la última planta esté medido al milímetro y que se coloquen todas las notas que resulten convenientes, incluyendo las tomas de corriente.
Trabajar con módulos: mucho más rápido
Con ‘Diseño de Interiores’ 3D de la empresa Databecker, el programa empieza con un asistente donde se configuran las preferencias de usuario (milímetro, centímetro, pies). Una vez acabado, el menú cuenta con una serie de elementos prediseñados para que el usuario sólo deba ocuparse de darles las medidas correctas y colocarlos donde considere conveniente. A diferencia de SketchUp, no hay que dibujar los objetos: se pueden fotocopiar o escanear los muebles de la propia casa para incluirlos en el resultado final.
Antes de comprar, es importante comprobar los datos del ordenador, concretamente el procesador, la memoria RAM y la tarjeta gráfica
Además de los elementos más estructurales, ‘Diseño de Interiores’ cuenta con un catálogo de más de tres mil trescientos accesorios decorativos (incluyendo espejos, aparadores y plantas de interior) y un catálogo de otros tres mil revestimientos y texturas de calidad fotográfica, incluyendo estuco, diferentes tipos de maderas y hasta muros transparentes. En esta línea existen también los programas de Home Software Design y Microcad software, que incluyen software específico para cocinas, jardines y armarios.
Todos los programas de diseño ofrecen simulaciones realistas de la incidencia de la luz sobre edificios, espacios y objetos y, en algunos casos, la posiblidad de grabar un paseo virtual en tiempo real en formatos de vídeo. Algunas empresas como Ikea ofrecen sus propias herramientas de planificación, cuya ventaja más directa es que incluyen todos los productos del catálogo.
Todos los programas de 3D (como software de diseño o la mayor parte de los videojuegos de última generación) son muy intensos en gráficos, lo que normalmente requieren algo de memoria y una tarjeta gráfica un poco especial, tipo ATI o Radeon. Además, la mayor parte son únicamente compatibles con Windows, el sistema operativo de Microsoft.
Antes de comprar, es importante comprobar los datos del ordenador (concretamente el procesador, la memoria RAM y la tarjeta gráfica) y leer bien la contraportada de la caja. Es muy probable que el software funcione aunque haya una tarjeta integrada, pero la ralentización de procesos y el resto de problemas asociados se harán insoportables.
Finalmente, para construir una casa no basta con tener el programa adecuado: el proyecto debe estar firmado por un arquitecto y cumplir con las normas urbanísticas aplicables al solar sobre el que se quiere construir; la licencia de obras municipal y mucha ayuda especializada.
