La principal aplicación que utilizan los usuarios en la Red es el navegador. A través de él, acceden a todo tipo de páginas web a lo largo de su navegación diaria. Según un estudio realizado por la empresa de seguridad informática Kaspersky, el 23 % de los usuarios de Internet utilizan versiones antiguas y obsoletas de los navegadores web. Este artículo expone las razones por las que es importante actualizar el navegador con cierta periodicidad.
Corregir las vulnerabilidades
Entre los navegadores obsoletos más utilizados por los usuarios se encuentra Internet Explorer en sus versiones 6, 7 y 8. Como es el navegador por defecto del sistema operativo Windows, muchos usuarios consideran, de forma errónea, que es suficiente esa versión para su navegación habitual. A este respecto, hay que puntualizar que la mayoría de los ataques informáticos que se realizan provienen de páginas web que explotan las vulnerabilidades existentes en navegadores y extensiones que no se han actualizado de forma debida.
Los navegadores web, al igual que el resto de aplicaciones, nunca son 100% seguros
Además, los riesgos de seguridad y amenazas se multiplican de forma exponencial. Los navegadores web, al igual que el resto de aplicaciones, nunca son 100% seguros, ya que en ocasiones presentan diversos defectos que los delincuentes aprovechan para acceder a información personal del usuario. Es, por tanto, de vital importancia tener instalada la última versión del navegador, si se quiere minimizar tanto el riesgo de ataques hacia el equipo como la apropiación de la información más sensible.
Optimizar el potencial de las extensiones
No solo es importante mantener actualizado el navegador, sino también el resto de aplicaciones y extensiones asociadas al mismo
No solo es importante mantener actualizado el navegador, sino también el resto de aplicaciones y extensiones asociadas al mismo; es decir, disponer de las últimas versiones de plugins propietarios que permiten disfrutar de tecnologías multimedia como Adobe Flash, Java o Microsoft Silverlight. Estas tecnologías, sino se renuevan, también pueden suponer un problema de seguridad, ya que pueden ser empleadas como puerta de entrada al sistema operativo y a los datos personales almacenados, incluidos los de acceso a la banca electrónica o a diferentes plataformas on line.
Además, la rapidez a la hora de actualizar también es importante. Según Kaspersky, la mayoría de los usuarios necesitan más de un mes para poner al día la versión más reciente. Este tiempo puede ser aprovechado por criminales para utilizar las vulnerabilidades encontradas en versiones anteriores del navegador.
Navegar con mayor rapidez
Otra de las principales ventajas de tener un navegador actualizado es la rapidez de carga de una página web. Los últimos motores incorporados en las principales aplicaciones muestran estos sitios de forma más veloz que las versiones antiguas.
Facebook y Gmail utilizan tecnologías que no son compatibles con Internet Explorer 6
Además, las actualizadas cuentan con las últimas novedades tecnológicas, de modo que los usuarios pueden navegar por cualquier página sin sufrir problemas de carga o incompatibilidades con las tecnologías más avanzadas que emplee. Redes sociales como Facebook o servicios en línea de Google como Gmail utilizan tecnologías que no son compatibles con navegadores como Internet Explorer 6. De esta forma, los usuarios que dispongan de un navegador obsoleto no pueden usar todas las funciones disponibles en estas plataformas.
Además, los desarrolladores web también están interesados en que los usuarios tengan un navegador con la última versión, ya que les permite emplear nuevas tecnologías y estándares web como HTML5 y CSS3. Por eso, existen iniciativas como Brower-Update para insertar un código en una página web y avisar al usuario si su navegador no está actualizado.
Actualizaciones automáticas
Las actuales versiones de los principales navegadores web como Internet Explorer, Google Chrome o Firefox, cuentan con un sistema de actualización automática de la aplicación; es decir, el sistema posee un gestor que permite descargar e instalar de forma automática una nueva versión del navegador en segundo plano.
Sin embargo, para que esta actualización sea efectiva, es necesario reiniciar el navegador. Google Chrome realiza esta acción, pero nunca advierte al usuario que debe volver a ejecutar la aplicación, mientras que Firefox avisa mediante una notificación si pasan más de 24 horas sin reiniciar el navegador.
Los usuarios pueden comprobar si su navegador está actualizado mediante el acceso a esta información desde la barra de menú.
En Internet Explorer es necesario acceder al sistema de actualizaciones de Microsoft para conocer si hay alguna versión pendiente del navegador.
En Opera, en el menú “Ayuda” existe una opción denominada “Comprobar actualizaciones”.
De forma similar, en Firefox, en el menú “Ayuda” la opción se denomina “Buscar actualizaciones”.
En Google Chrome esta comunicación está accesible desde la opción de menú “Información de Google Chrome”.