Desde su aparición hace diez años, las redes sociales han liderado el espacio comunicativo dentro y fuera de Internet, siendo decisivas para la transmisión de todo tipo de informaciones. Este tipo de plataformas nacieron con el objetivo de que los usuarios compartieran sus inquietudes artísticas y trabajos, de modo que se crease un espacio cultural alternativo al oficial y mercantilizado. Así, bajo los auspicios de la cultura libre, se esperaba que las obras no sujetas a estrictos derechos de autor se extendieran. Ahora, como se detalla a continuación, este espíritu retorna con diferentes servicios para facilitar a todo tipo de artistas la promoción y el conocimiento de sus obras.
MySpace, el principio
Hace ya diez años que se lanzó el ya célebre MySpace, el primer servicio social de consideración que sirvió de refugio a muchos artistas, sobre todo músicos. Algunos consiguieron la fama y el éxito a partir de esta red y otros no tanto, pero hubo un tiempo en que para escuchar música independiente de cualquier estilo era imprescindible pasar por esta plataforma.
La popularización de Facebook y Twitter propició que las redes sociales perdieran su inicial carácter elitista y artístico
Sin embargo, la popularización de Facebook y Twitter propició que las redes sociales perdieran su inicial carácter elitista y artístico y se abrieran a usos más profanos y domésticos. Así, poco a poco la promoción artística quedó arrinconada o se vio canalizada a través de otras redes alternativas como Pinterest o Instagram. Pero el problema era que estos servicios solo eran útiles a los artistas plásticos, en especial los de la fotografía digital. Además, se limitan a dar popularidad al nombre del artista y a sus obras, pero permiten poco más. Desde estas plataformas no se pueden, en principio, promocionar canciones, vídeos artísticos –ahora sí en Instagram– y mucho menos relatos, cuentos o novelas. Tampoco se puede abrir un canal cómodo de comunicación entre el artista y su público para comprar obras u organizar exposiciones, proyecciones, conciertos o lecturas de textos.
La nueva hornada de servicios
Estas carencias son los motivos por los que se han puesto en marcha diferentes proyectos que cubren las necesidades de los artistas, tanto en promoción de su obra como en organización de eventos y giras, e incluso en financiación si es necesario. Algunas redes sociales, sin embargo, pretenden ser lugar de muestra y otras llegan a constituirse en sitios corporativos para compartir experiencias y consejos y hasta sirven de bolsa de trabajo para quienes lo necesiten.
Un ejemplo de este último tipo de plataformas para artistas es Hello Stage, una comunidad de músicos clásicos y formaciones musicales que pone en contacto al artista o grupo con promotores, subvencionadores, mánager e incluso aficionados. También ofrece la oportunidad de encontrar puestos vacantes en orquestas, coros, cuartetos, óperas, etc. Además, el músico puede mandar vídeos y audios donde mostrar su talento.
MySpace fue la primera red social de consideración y sirvió de refugio a muchos artistas
Una filosofía bien distinta tiene NewHive, que se centra sobre todo en promocionar artistas plásticos multimedia y su obra. Se le ha definido como una mezcla de Tumblr, Instagram y Pinterest por su capacidad para aunar en curiosos cuadros tanto vídeo como fotografía, pintura, audio y animaciones multimedia, que posibilitan ir al artista y observar el resto de su obra. También se pueden valorar las obras dentro de NewHive o compartir en otras redes sociales; además, pueden ser clasificadas e incluso remezcladas por otros miembros de la red.
Dribbble es otro servicio de similares características a NewHive pero más centrado en el diseño gráfico, que también facilita la promoción de la obra de sus autores. Comprende además las explicaciones del artista sobre la obra, así como las valoraciones y comentarios de la comunidad.
Detrás de Kompoz, sin embargo, se esconde una filosofía más colaborativa, donde los músicos miembros de la red participan en la composición de diferentes piezas que proponen algunos de sus usuarios. El resultado puede ser escuchado públicamente.
Wattpad supone la comunidad on line de artistas literarios más conocida. Fue lanzada en 2006 en Canadá y se dedica a la publicación de textos para que sean después leídos, comentados y valorados por miembros de la red. Posee una aplicación para iPhone y para Android que lleva tres años como una de las principales apps de libros. En Wattpad no existe una diferenciación entre las cuentas de escritor y de lector. El perfil medio es el de un usuario joven y escritor amateur de relatos breves, aunque también hay autores reconocidos con cuentas creadas y que publican avances de sus libros, como Paulo Coelho o Margaret Atwood.
Otra red es Meetinarts, un proyecto que pretende ayudar a los artistas a darse a conocer en España entre promotores, dueños de salas de conciertos, galeristas, editores, etc. Olemiarte, también de nuestro país, cumple la misma función con estrategias parecidas.