Ubuntu Linux es el sistema operativo libre de moda; tiene millones de usuarios, un millonario filántropo y ex-astronauta detrás y una reputación impecable que no deja de crecer. Se ha convertido en el sistema principal de muchas administraciones, universidades y empresas a lo largo del mundo. Algunos fabricantes de ordenadores, como Helwett Packard, ya venden modelos con Ubuntu en lugar de Windows.
Ubuntu es diferente
Ubuntu Linux es diferente de Windows y Apple OSX en muchos aspectos: es gratuíto, se actualiza constantemente desde Internet y es libre, lo que significa que no pertenece a nadie, es de todos. Adoptó su nombre del proyecto encabezado por el obispo Desmond Tutu y Edgar Granados, merecedores del Nobel de la Paz en 1984 por su lucha contra el Apartheid en Sudáfrica. Significa “humanidad hacia otros”. Su lema (“Linux para seres humanos”) explica parte de su filosofía; es sotware libre fácil de utilizar para cualquiera.
Su manifiesto establece que podrá ser utilizado en la lengua materna del usuario independientemente de cualquier discapacidad, y que los usuarios siempre tendrán la libertad de adaptar y alterar el software de acuerdo a sus necesidades particulares. Está basado en el sistema operativo también libre Debian (a su vez basado en Linux) y ya hay varias distribuciones locales (adaptaciones del sistema operativo) basadas en él como, por ejemplo, la española Guadalinex.
Su historia
Ubuntu nació de la mano de un grupo de programadores dedicados a diferentes proyectos de software libre; Debian, Gnome y Arch. Querían encontrar un modelo de desarrollo más estable y efectivo que Debian, en su opinión demasiado multidisciplinar para ser un sistema operativo de ordenador de sobremesa y excesivamente burocrático.
Ubuntu es gratuíto, se actualiza constantemente desde Internet y es libre, lo que significa que es de todos
A grandes rasgos, Debian cuenta con miles de programadores que dedican su tiempo a actualizar, mejorar y liberar a la Red (para que lo utilicen los usuarios) los diferentes módulos de software que componen su esqueleto y aplicaciones. Es un esqueleto poderoso: hace funcionar robots, submarinos, aviones y lanzaderas espaciales; desde equipos de maquinaria industrial hasta sistemas destinados a la cirugía o el análisis de tráfico aéreo.
Aunque depende del trabajo independiente de programadores entusiastas, cada paso se analiza democrática y minuciosamente, generando largas discusiones en torno a la usabilidad, seguridad y compatibilidad de las novedades. Es una regulación compleja que redunda en beneficio de la calidad del sistema, pero que retrasa las actualizaciones estables, que son las que interesan al usuario ‘normal’.
Cuando nació el proyecto Ubuntu, su objetivo era agilizar ese proceso, organizando a sus desarrolladores en grupos de trabajadores a tiempo completo y comprometiéndose a liberar una versión estable con todas las novedades cada seis meses. Nomalmente Debian tarda varios años en liberar una versión estable.
Shuttleworth, el astronauta ‘geek’
Desde el principio, Ubuntu tuvo claras sus prioridades; ofrecer un sistema operativo estable, que funcione de manera sencilla, con capacidad para adaptarse a cualquier necesidad y disponible en el idioma de sus usuarios. Tras definir estos principios básicos y comprometerse a producir el mejor sistema operativo del mundo, el equipo fundador inició la búsqueda de patrocinios. Cuando el proyecto llegó a manos de Mark Shuttleworth, éste decidió algo más que poner dinero para su desarrollo: se convirtió en su promotor, portavoz y principal entusiasta.
Mark Shuttleworth es el primer astronauta sudafricano de la historia. En 1994 formó parte de la tripulación de la nave Soyuz TM-34, junto con el piloto-cosmonauta ruso Yuri Gidzenko y el cosmonauta-investigador italiano Roberto Vittorique. Hizo su fortuna con la burbuja ‘puntocom’, al vender su empresa de seguridad en Internet, Thawte, a Verisign por 575 millones de dolares en 1999.
Canonical: servicios de software libre para empresas
Como expertos en su propio sistema operativo, el equipo Ubuntu es el más cualificado para crear versiones a medida
Cinco años más tarde creó Canonical, la empresa que se ocupa de mantener y gestionar el desarrollo continuado de Ubuntu y conseguir que el proyecto sea autosuficiente. En términos prácticos, Canonical funciona al estilo de otras empresas de software libre; no vende su producto sino sus servicios. Como expertos en su propio sistema operativo, el equipo Ubuntu es el más cualificado para crear versiones a medida para empresas con necesidades particulares y mantener un servicio técnico especializado las 24 horas del día.
De este modo se pueden permitir ofrecer gratis el sistema operativo libre mejor adaptado al usuario sin tener que comprometer su proyecto. En octubre de 2004 salió a la calle la primera versión de Ubuntu (entonces ‘Warty Warthog’); fue lanzada el 20 de octubre de 2004 y ha habido seis millones de descargas desde entonces. El mes que viene lanza ‘Dapper Drake’, su cuarta versión, también conocida como Ubuntu 6.06 (correspondiente a junio de 2006).
Un sistema operativo estable, seguro y sencillo
Como sistema operativo, Ubuntu es probablemente uno de los más estables, seguros y sencillos del mercado. La instalación básica incluye todos los programas que cualquier usuario medio pueda necesitar: clientes de correo, editores de texto, navegador, editor de imágen, sonido, vídeo y hasta juegos.
La suite de ofimática que incluye, OpenOffice, hace hojas de cálculo, páginas web y documentos de Word y, a diferencia de otros editores como Microsoft Word, se puede guardar en muchos formatos diferentes y ahorrarle al usuario problemas de compatibilidad cuando quieren enviar sus textos a usuarios con diferentes sistemas operativos.
La nueva versión incluye un buscador interno que ha mejorado notablemente el modo de manejar información en el disco duro, llamado ‘Beagle’. Para programas más específicos, Ubuntu ofrece la posiblidad de instalar cualquier tipo de software por nombre o clasificación (música, oficina, vídeo, gráficos, etc) a través de un menú. Hay más de 16.000 programas; el usuario sólo tiene que escoger y pinchar. Ni siquiera es necesario reiniciar el ordenador para empezar a utilizarlo.
Seguridad
Este modelo de instalación no es sólo sencillo, además es muy seguro. Estamos acostumbrados a instalar software desde páginas en la Red, normalmente de proveedores distintos y sin garantías. Con el sistema de paquetes de Ubuntu, sabemos que todos los programas funcionan, son compatibles y están libres de virus.
El no iniciado notará que el sistema requiere una contraseña para instalar programas. Aunque Ubuntu permite la existencia de cientos de usuarios diferentes (cada uno con su nombre y contraseña) sólo uno de ellos tiene derecho a modificar el sistema o ver lo que hay en las carpetas de los demás: el ‘root’ o ‘superuser’.
Aunque Ubuntu permite la existencia de cientos de usuarios diferentes con su nombre y contraseña, sólo uno tiene derecho a modificar el sistema
El nombre de ese usuario es ‘sudo’ y la contraseña es definida durante la instalación por la persona al cargo. Este pequeño detalle hace de Linux el sistema operativo más seguro del mundo; nadie que no tenga esa contraseña preciosa puede cambiar o eliminar nada más allá de su carpeta de usuario. Los usuarios de Linux no sufren el ataque de virus, como ocurre entre los usuarios de Windows, por lo que su sistema no necesita ser reinstalado jamás.
Ubuntu trae por defecto un ‘firewall’ (cortafuegos) realmente eficaz, ‘Firestarter’, que protege hasta el kernel (la espina dorsal de cualquier sistema operativo); y no sólo protege el ordenador de virus y malware, además permite configurar rápidamente una red entre varios ordenadores, muy práctico si se quiere trabajar en equipo o conectarse a la Red a través de un sólo ordenador. Hay un sistema sencillísimo para grabar CDs y DVDs llamado ‘Gnomebaker’ y otro (‘Totemplayer’) para ver vídeos y películas en DVD o cualquier otro formato de vídeo y audio.