La principal ocupación de Whereoearth es desarrollar un sistema de localización móvil (Wireless Location Based System) que permita al usuario, por ejemplo, conocer desde su teléfono celular dónde está el restaurante, o el cine, más cercano. En otras palabras: habilitar al usuario del móvil para acceder a su base de datos y desde ella, una vez que ha sido detectada su posición, buscar el servicio que le haga falta en los alrededores.
Está aplicación, que tiene múltiples utilidades cuando se está en continuo movimiento por áreas desconocidas, de viaje por ejemplo, resulta a priori muy sencilla; tanto que al usuario le puede sorprender no haber tenido noticias de ella antes. Lo cierto es que desde principios de la actual década se viene hablando de los sistemas de localización de móviles y sus múltiples posibilidades. Ya en 2000, una vez que los teléfonos celulares más punteros y las agendas PDA alcanzaron un grado de sofisticación que les permitía albergar programas más o menos complejos, e incluso acceder a Internet, se comenzó a especular con la posibilidad de crear guías para móviles con tecnología GSM.
El objetivo era exactamente el mismo que persigue ahora, y parece haber conseguido, Whereonearth: facilitar la búsqueda de servicios cercanos a un dispositivo móvil. El sistema se basa en la suposición de que en el mundo offline, más del 80% de las compras suceden a menos de 16 kilómetros del lugar de residencia del usuario. Si realmente es así, a cualquier persona le vendría bien contar con un programa en su celular que le indicara dónde puede encontrar cada servicio y cada tienda. ¿Por qué entonces no lo tiene ya?
Las coordenadas ocupan demasiado espacio
A principios de siglo surgieron en Estados Unidos numerosas empresas que ofrecían callejeros para móviles y PDA (Vidingo), mapas urbanos detallados (Delorme) y guías del ocio con posibilidad de suscripciones a los principales periódicos y revistas (Avango). Sin embargo fracasaron todas; tal vez convendría más decir que se quedaron estancadas. Su problema fue que eran capaces de alojar la base de datos de una gran ciudad norteamericana, que no es poco, pero en cuanto el usuario se salía de su radio de acción resultaban ineficaces. Cuando se esperaba que ampliasen su rango a ámbitos rurales o pequeños núcleos de población, se mostraron tecnológicamente incapaces.
Teniendo en cuenta que la mayoría de los norteamericanos con poder adquisitivo residen en suburbios apartados de la ciudad, no es de extrañar que estas empresas fracasaran. Ya en enero de 2003 la consultora Wireless Developer Network preveía en un artículo el fiasco de estas aplicaciones.
A principios de siglo surgieron en Estados Unidos numerosas empresas que ofrecían callejeros para móviles y PDA, mapas urbanos y guías del ocio.Para hacerlo se basaba en la evidencia de que el sistema de coordenadas UTM, el que utilizan los satélites para ubicar un punto en un mapa, contiene demasiados códigos numéricos (hasta 20 dígitos) como para que quepa una guía entera en un celular. Es un simple problema de memoria y un factor limitante para las aplicaciones de localización móvil basadas en UTM.
En el mismo artículo se decía que una de las salidas a este problema pasaba por la creación de un lenguaje de traducción de coordenadas más ligero y fácil de albergar que se llamaría Sistema de Búsqueda de Direcciones Universales (Universal Address Lookup Service). La base del nuevo lenguaje consistía en asignar a cada cuadrícula UTM, y también a cada usuario móvil, un código de no más de cuatro dígitos que combinase letras y números según el sistema alfanumérico. De este modo se multiplicaría la capacidad de almacenamiento en dispositivos portátiles, ya que antes de llegar a las direcciones de cinco cifras se podían lograr miles de millones de combinaciones.
Mucho tiempo y dinero
Si bien nadie discutió que las razones aportadas por el artículo de Wireless Developer Network eran sólidas, la solución del problema no parecía fácil. ¿Quién se iba a avenir a invertir el suficiente tiempo y dinero para traducir todas las coordenadas UTM del planeta a un lenguaje nuevo y después identificarlas con los restaurantes, farmacias, escuelas infantiles y cafeterías de cada barrio?
Whereonearth estaba por la labor desde 2000, con el apoyo financiero de Yahoo!, y ahora los resultados se traducen en una base de datos, por direcciones universales, que cubre más del 90% de Europa, Asia y ambas Américas. El software desarrollado, que cabe en cualquier dispositivo portátil de segunda o tercera generación, permite buscar desde el móvil o la PDA todo tipo de servicios sin necesidad de indicar siquiera el código postal de los mismos.
El software desarrollado permite buscar desde el móvil o la PDA todo tipo de servicios sin necesidad de indicar siquiera el código postal de los mismos.
La emisión de la señal GSM por parte de un dispositivo celular le ubica en una dirección universal que sirve de referencia para situarlo en un entorno determinado. De este modo, el programa solamente traduce a coordenadas UTM las direcciones universales que respondan a la búsqueda deseada y estén más próximas. Es decir, que si se buscan restaurantes únicamente habrá que traducir a coordenadas de 20 dígitos (UTM) a los más próximos, pero no a los cines, farmacias y otros servicios circundantes. Tampoco a los restaurantes que se encuentren a más de un kilómetro del usuario. De este modo se soluciona el problema de la capacidad de almacenamiento.
Un acuerdo ambicioso
Hace pocas semanas Yahoo! compró Whereonearth, que está radicada en Londres y ocupa a 25 programadores. Si el acuerdo entre las dos empresas era, desde 2000 y hasta la fecha, limitado a ofrecer soporte técnico y financiero, desde mediados de octubre es una adquisición completa. El objetivo se centra ahora en integrar los servicios de Whereonearth con los de Yahoo!, de modo que la base de datos de la empresa británica y el motor de búsqueda de la americana se coordinen para lograr más eficiencia. Además, Yahoo! pone sus mapas a disposición para que el usuario pueda trazar sin problemas el camino más corto a seguir. Por su parte, Whereonearth facilita un plano de las zonas wifi más cercanas al dispositivo portátil para que éste pueda acceder a Internet y el servicio de voz IP sin pagar. ¿La próxima revolución?
La tecnología GSM es la que utiliza el común de los dispositivos portátiles, y tan sólo en algunos casos hay incorporado un detector de señales GPS, que además las interpreta. La diferencia entre ambas tecnologías, además del mayor precio de un móvil con GPS, es que GSM actúa como emisor de señales, mientras que GPS es un receptor. GPS recibe la señal de un satélite y calcula la distancia a la que se encuentra éste en su rotación en la órbita de la tierra. De este modo, y conociendo la fecha exacta en que el satélite abandonó el planeta, interpreta la posición del usuario.
Por el contrario GSM lanza una señal que es recibida por algunas de las muchas antenas que se sitúan en las ciudades y éstas interpretan la posición. GSP es extremadamente preciso; en cambio, la exactitud de GSM depende de la concentración de antenas: a mayor número por kilómetro cuadrado, mayor precisión. En la ciudad el error puede ser de pocos metros, pero en el campo puede llegar a un kilómetro.
No obstante, todavía no se han implementado sistemas de localización de móviles en GPS. La razón es la imposibilidad tecnológica que supone ubicar en el sistema de direcciones universales a un aparato que no emite señal. GPS localiza y GSM es localizado, por lo que se le puede asignar una dirección universal. De todos modos, Whereonearth integra un servicio, llamado ‘Georeverse’, que permite al usuario con localizador GPS enviar a la empresa la posición en que se encuentra en coordenadas UTM. El servicio las traduce posteriormente a una dirección universal y realiza la búsqueda deseada.