El pasado domingo lo anunciaban varios medios de comunicación japoneses y ayer Toshiba lo hacía oficial: el HD DVD desaparece. La «guerra» de los DVD de alta definición tiene ya, por tanto, un vencedor, que no es otro que el sistema Blu-Ray desarrollado por Sony.
En un comunicado, Toshiba confirmaba que abandona la fabricación y el desarrollo de productos HD DVD, aunque seguirá ofreciendo servicio de post-venta a clientes que hayan adquirido material relacionado con este formato. La compañía comenzará ya mismo a reducir sus «stocks» de reproductores y grabadores de alta definición y espera finiquitar el negocio para finales de marzo.
«Hemos evaluado cuidadosamente el impacto a largo plazo de la llamada ‘guerra’ de formatos de última generación y hemos concluido que la decisión de retirada es la que más ayudará al desarrollo del mercado», dijo Atsutoshi Nishida, presidente y director ejecutivo de Toshiba. La medida se tomó basándose en «los recientes cambios experimentados en el mercado», agregó.
Bajada de precios
Las ventas de reproductores de este formato habían experimentado un significativo retroceso
Lo cierto es que el HD DVD no ha llegado a superar nunca el 5% de cuota en el mercado japonés, que en el ámbito de la electrónica de consumo marca tendencia en el mundo. En los últimos meses, las ventas de reproductores de este formato habían experimentado un significativo retroceso, que la compañía nipona había tratado de paliar a la desesperada acometiendo una espectacular bajada de precios.
Ahora, con la desaparición del HD DVD, los consumidores ya no tendrán que elegir entre dos formatos incompatibles entre sí. Blu-Ray ha ganado la partida como lo hizo en los 80 el VHS (creado por la firma JVC) en la recordada batalla de formatos de vídeo. Entonces, el derrotado fue el sistema Betamax, precisamente desarrollado por Sony.
Los analistas creen que con el fin del HD DVD, el impulso que ello le dará al Blu-Ray, se acelerará la transición a las nuevas tecnologías de alta definición en el hogar, un mercado que con los actuales DVD mueve al año cerca de 24.000 millones de dólares.
Ambos formatos son capaces de ofrecer imagen y sonido de alta definición. Los discos Blu-Ray tienen mayor capacidad de almacenamiento, pero los HD DVD resultan más baratos, al igual que los reproductores.
Por otro lado, se rumorea que Microsoft está trabajando ya en un reproductor Blu-Ray para vender como accesorio de su consola Xbox 360. Recientemente, Bill Gates dijo que el gigante de la informática, que se había decantado por el HD DVD, apostaría por el formato que resultara vencedor.
UCE insta a reclamar
Los consumidores pueden reclamar la devolución del precio pagado por el producto alegando falta de conformidad
Con el anuncio de Toshiba, quienes hayan comprado un reproductor HD DVD se van a quedar con un aparato que a la larga va a resultar inservible. Estos consumidores pueden reclamar la devolución del precio pagado por el producto alegando falta de conformidad, según establece la Ley de Garantías de Bienes y Servicios.
«La retirada de este sistema digital y la falta de producciones cinematográficas en este formato a la que abocaría esta circunstancia es un motivo más que suficiente para que los consumidores reclamen la devolución del importe o una compensación económica por parte del fabricante», afirma la Unión de Consumidores y Usuarios (UCE).
La Ley de Garantías indica que los artículos serán conformes con el contrato «siempre que sean aptos para los usos a que ordinariamente se destinen los bienes del mismo tipo». Según UCE, la retirada del formato HD DVD por motivos comerciales ajenos a los consumidores «es una razón objetiva que a corto o medio plazo hará inservible ese producto, al no comercializarse material audiovisual en dicho formato», por lo que el comprador «puede alegar falta de conformidad dentro del periodo de garantía establecido por la norma».
Estos reproductores llevan poco tiempo en el mercado español y, por lo tanto, muchos se encuentran todavía en garantía (la ley establece un periodo de dos años). Por eso, UCE insta a los consumidores afectados a reclamar.