Técnicas de cirugía combinadas con dosis de quimioterapia en estado caliente pueden mejorar hasta 15 veces más los niveles de supervivencia en pacientes con cáncer en la zona del abdomen de grave pronóstico y pocos meses de vida.
Según varios estudios que acaban de publicarse, esa terapia en enfermos con cáncer peritoneal extendido desde el intestino delgado, a los que se les insertó quimioterapia caliente directamente en el abdomen aparte de la cirugía, demostró una longevidad de 45,1 meses, frente a los 3,1 meses de vida entre los sometidos a un tratamiento tradicional.
Los tipos de cáncer con los que se ha experimentado esta técnica con resultados exitosos se refieren a tumores expandidos en la cavidad abdominal, el colon, recto y estómago.
«La combinación de cirugía con quimioterapia hipertérmica intraperitoneal (IPHC, siglas en inglés) mejora la supervivencia y calidad de vida de los pacientes», apunta Perry Shen, profesor asistente de oncología quirúrgica y responsable de uno de los trabajos de investigación en este ámbito.
En opinión de este experto, «los pacientes con cáncer peritoneal extendido desde el intestino delgado muestran un único diagnóstico y un reto en su tratamiento». No obstante, «se necesita profundizar en los efectos de la cirugía combinada con la IPHC, pero los datos de este estudio sugieren que esta combinación parece una opción eficaz y atractiva en situaciones difíciles», añade Shen.
Otro estudio con pacientes con tumores en la cavidad abdominal extendidos a partir de otros en el apéndice, muestra que la técnica combinada de cirugía y quimioterapia caliente alarga la vida entre los enfermos con tumores de malignidad menor. Sin embargo, no parece especialmente efectiva en los casos en los que el tumor es especialmente maligno, porque la longevidad sigue siendo muy baja, incluso si el enfermo recibe el nuevo tratamiento.