El diario «South China Morning Post» informó ayer de que «WikiLeaks», una página web que servirá de plataforma para las voces críticas en los países autoritarios, podrá ser utilizada por la población china para sortear la censura que las autoridades del país asiático ejercen sobre Internet.
«WikiLeaks» (www.wikileaks.org) tiene como principal objetivo denunciar las injusticias en los «regímenes opresores» en Asia, la antigua Unión Soviética, el África Subsahariana y Oriente Medio, según se afirma en la propia página, que mantiene además que también se hará eco de las quejas en Occidente sobre «conductas poco éticas».
La página web ha sido desarrollada por «ciberdisidentes chinos, matemáticos y técnicos informáticos procedentes de Estados Unidos, Taiwán, Europa, Australia y Sudáfrica». Según el citado periódico, está publicación electrónica ha recogido ya más de un millón de documentos procedentes de las comunidades disidentes y de fuentes que han preferido mantener su anonimato.
El software utilizado permite las denuncias anónimas y asegura a los delatores exponer sus denuncias sin temor a ser encarcelados por tratar contenidos sensibles para los regímenes a los que acusan. Según sus promotores, «WikiLeaks» tiene una «filosofía radicalmente democrática», lo que contrasta con la oficial Sociedad de Internet de China, que constantemente intenta controlar a los «blogueros» e internautas chinos.
Sólo superada por Estados Unidos, China cuenta ya con 132 millones de usuarios de Internet, con un aumento del 30% durante el pasado año. A pesar de ello, las organizaciones de derechos humanos critican que China también destaca por la estricta censura sobre los contenidos en la Red.