Air France tiene previsto terminar de cambiar en las próximas semanas los sensores de velocidad de todos sus Airbus A330 y A340, considerados una de las posibles causas del accidente aéreo que se produjo en aguas del Atlántico el pasado día 1. El fabricante había detectado lecturas defectuosas de velocidad en sus aparatos A330 antes del siniestro y avisó a sus clientes para que reemplazaran una parte de ellos.
La aerolínea francesa dijo que estaba acelerando la sustitución de sensores de velocidad tras apreciar problemas de formación de hielo en mayo de 2008 -lo cual podría haber sido la causa del accidente- y desveló desacuerdos con Airbus sobre la forma de actuar ante este inconveniente antes de que ocurriera la tragedia.
Por su parte, el sindicato de pilotos de Air France ha pedido a sus asociados que no despeguen mientras que la compañía no haya modificado al menos dos de los tres sensores que llevan esas naves. «La compañía ha dicho que va cambiar los sensores en las próximas semanas. Nosotros queremos proteger a nuestras tripulaciones y a nuestros pasajeros, por lo que no podemos esperar ese plazo», declaró el delegado sindical Christiphe Presentier.
La Oficina de Investigación y Análisis (BEA), responsable de las pesquisas sobre el accidente, cree que los sensores del avión siniestrado enviaron informaciones contradictorias sobre su velocidad. Ello pudo hacer que dejaran de funcionar algunos sistemas electrónicos de la nave, como el piloto automático. En cualquier caso, la BEA cree que todavía son necesarias más investigaciones para conocer las verdaderas causas del accidente.