Los ciudadanos de Palma de Mallorca se quedan sin metro indefinidamente. El consejero de Movilidad del Gobierno Balear, Gabriel Vicens, ha anunciado el cierre del servicio mientras no se solucionen los problemas de la línea, que son «graves, estructurales y de diseño».
La infraestructura fue construida en una zona «inundable y sin garantías». Ello ha provocado, según Vicens, que las fuertes lluvias caídas en los últimos días anegaran las estaciones de Son Fuster Vell y los alrededores del Polígono Son Castelló.
Las obras -ejecutadas por el Govern de Jaume Matas- fueron realizadas «con prisas, improvisación y precipitación», ha denunciado el consejero, que ha insistido en que el metro permanecerá cerrado hasta que se pueda asegurar «un servicio digno» a los usuarios.
Los trabajos necesarios para solventar las deficiencias son muy complejos porque han de hacerse sobre una infraestructura ya construida. En este sentido, Vicens ha reconocido que «será imposible» solucionar todos los problemas, aunque sí la mayoría.
Por su parte, la anterior consejera de Transportes de Baleares, Mabel Carrer, ha asegurado que el metro no tiene problemas estructurales. A su juicio, todo es consecuencia de la red de saneamiento, gestionada por la empresa Emaya.