Imagen: John Siebert
Cuando se viaja al extranjero -e incluso si se decide pasar unos días fuera de casa en un destino nacional- tener todos los detalles atados para sentir la misma comodidad que en el propio hogar, y no perder tiempo en trámites embarazosos, es esencial para descansar y disfrutar de las posibilidades que ofrece el lugar de destino. Una de las cuestiones que pueden amargar un viaje en un país cuya moneda es diferente a la del lugar de origen es la necesidad de estar pendiente de llevar el dinero necesario en divisa extranjera. Las cantidades suelen ser elevadas si se trata de un viaje de duración media, por lo que se añade, además, el temor de ser objeto de un robo. Para facilitar estos trámites, algunos bancos y cajas de ahorros comercializan los denominados cheques viaje, un documento emitido por una entidad financiera que permite ser canjeado por dinero en otro país, o utilizarlo como medio de pago.
Los cheques de viaje son emitidos por sociedades como American Express, Citibank, Visa o Thomas Cook y pueden hacerse efectivos en las entidades financieras de cualquier país. Aunque mantienen cierta uniformidad, no todos son iguales, ya que difieren en función de la sociedad que lo confeccione. Es conveniente elegir un cheque de viajes que esté mundialmente aceptado y que cubra la mayoría de países y divisas. Cada entidad dispone de este medio de pago en diferentes divisas: euro, dólar estadounidense, libra esterlina, franco suizo, yen japonés y dólar canadiense. En la actualidad, en España, al menos BBVA, Bancaja, Cajastur, Caja España, Caja Madrid y CajaSol los proporcionan a sus clientes; mientras las tres primeras los vinculan a American Express, Caja Madrid los tiene concertados con Visa.
Los más útiles para el usuario son los que están mundialmente aceptados y se expiden en la divisa vigente en el país de destino
Con los cheques de viaje se pueden realizar los pagos en el extranjero con total comodidad y seguridad. Estos documentos, emitidos por entidades de crédito extranjeras tienen las siguientes características:
Están extendidos por cantidades fijas, impresas en el propio cheque. En ellos, además, consta la fecha de expedición y el nombre de la entidad emisora, con lo que el titular sólo debe firmar cada cheque en el momento de la adquisición.
Pueden ser abonados por cualquier entidad de crédito, así como por agencias de viajes, establecimientos comerciales y hoteles, que tomarán las precauciones necesarias y responderán de haber efectuado el pago al legítimo tenedor.
Están garantizados por la entidad emisora, es decir, serán siempre atendidos si por parte del banco pagador se han cumplido todos los requisitos necesarios para su pago, salvo casos de robo, extravío o falsificación, siempre que se haya comunicado esta circunstancia a la Policía y al banco emisor para evitar el pago indebido. La solicitud se realiza con cargo en cuenta o pago en efectivo.
Exceso de comisiones
La posibilidad de disfrutar de cheques de viaje es muy útil, en principio, para los usuarios más viajeros porque significa poder disponer siempre de dinero, y, además, poder recuperarlo si se extravía, lo que no ocurre con el dinero en efectivo. Sin duda, otra de las cualidades que más atraen a sus titulares a la hora de contratarlos es que no caducan y, por lo tanto, pueden conservarse para posteriores viajes.
Pero no todos son ventajas, ya que en muchos lugares es muy difícil canjearlos, y en determinados destinos suelen cobrar una comisión bastante elevada (alrededor del 5% o superior). Si se tiene en cuenta que al comprarlos ya se paga una comisión, y que al canjearlos hay que pagarla de nuevo, por cada cheque de viaje se abona al final una cantidad excesiva que puede lastrar el servicio que inicialmente proporciona este medio de pago. Teniendo en cuenta estas circunstancias, este producto resulta interesante tan sólo en los casos en que se vaya a visitar algún lugar donde existan oficinas de las entidades emisoras (American Express o Visa) y el cheque de viaje esté en la divisa que se utilice en el destino que se vaya a visitar.
Otro inconveniente que tienen los cheques es que, si bien la publicidad reza que pueden utilizarse para realizar compras, a la hora de la verdad un número considerable de establecimientos comerciales no los aceptan.
Aunque la publicidad reza que pueden usarse para realizar compras, un número considerable de establecimientos comerciales no los aceptan
Quien, a pesar de sus inconvenientes, decida adquirir este medio de pago encuentra en España una oferta limitada a un pequeño grupo de bancos y cajas de ahorro que los ofrecen a sus clientes. Es el caso de BBVA, que proporciona los cheques de viaje American Express (Travelers Cheques), cuya principal aportación estriba en que se permite cambiarlos sin comisión a través de la red comercial de la entidad financiera. Están disponibles en las principales divisas internacionales: dólar norteamericano, euro, libra esterlina y seis divisas más.
Otra entidad que ofrece este producto es Cajastur (vinculados a la firma American Express), que dispone de cheques en las principales divisas y asesoramiento sobre la moneda más adecuada según el destino. Una vez solicitados, el usuario puede obtenerlos en un período de tiempo relativamente breve, de uno a dos días desde la fecha de recepción, reserva que también se puede realizar a través de la banca a distancia. Caja España, por su parte, y también en colaboración con Amex, ofrece a sus clientes el servicio de compraventa de cheques de viaje totalmente gratuito. En similar línea se encuentra la propuesta de Caja Madrid que, en cambio, vincula este medio de pago a Visa, con lo que dispone de una cobertura preferencial para los principales países europeos. Bancaja y CajaSol, por último, también ofrecen los cheque de viajes dentro de su oferta financiera en unas condiciones similares a las del resto de entidades.