La asociación de consumidores AL-ANDALUS ha hecho pública una «guía de supervivencia» para no regresar de las vacaciones con los bolsillos vacíos, algo que puede acarrear ciertas dificultades económicas al cerrar ese paréntesis. Por eso, sugiere los siguientes consejos para que el periodo de descanso más largo del año no acabe con nuestro presupuesto:
1.Planificar las vacaciones con antelación. Aunque es probable que a última hora encuentre ofertas de vuelos, hoteles o viajes combinados a precios más bajos, confiar en esta posibilidad es arriesgado. Lo mejor es planear con tiempo suficiente el destino así como el medio de transporte, el tipo de alojamiento y las rutas o actividades que desee desarrollar en sus vacaciones. Así evitará las sorpresas, precios abusivos y no estará obligado a aceptar cualquier oferta.
2.Comparar precios. Es la regla de oro de la buena compra. Pida distintos presupuestos que le permitan elegir la mejor opción. Lo mejor es valorar varias posibilidades y decidirse, sin las presiones de las prisas, por la que más interese.
3.Aprovechar los descuentos y las tarifas reducidas. Infórmese de las ofertas y los precios reducidos que suelen brindar los hoteles y transportes: precios especiales para niños, tarifa joven, descuentos de fin de semana, etc. En el mercado se pueden encontrar diferentes tarifas que pueden, aunque no siempre, suponer un ahorro considerable.
4.No permitir el cobro de servicios no solicitados. Es el caso, en los restaurantes, del precio del cubierto, carta o reserva de mesa. O, en los hoteles contratados en régimen de pensión completa, el precio de la «botella de agua mineral».
5.Si contrata un viaje combinado, asegúrese de qué servicios están incluidos y cuáles quedan fuera del precio establecido y deberán ser pagados por separado. Recuerde que es frecuente que en los hoteles contratados en régimen de pensión completa no se incluya el precio de las bebidas. Lo mejor es pactar por anticipado con la agencia un extra para que queden incluidos. En caso contrario deberá abonarlos en su destino, al precio de la carta y con el IVA correspondiente.
6.Elaborar un presupuesto aproximado. Es bueno tener una idea aproximada de lo que uno piensa gastarse en vacaciones y ajustarlo al dinero disponible. Planifique las partidas de gastos previsibles (transporte, alojamiento, comida, actividades y ocio, compras, gastos de hostelería. Bares, restaurantes, etc) y los costes conocidos o posibles.
7.Procurar no gastar por encima de nuestras posibilidades. Gastar sin pensar puede suponer un buen susto al regreso a la vida cotidiana. Tenga, en especial, precaución con los pagos que realice con su tarjeta de crédito.
8.Controlar los gastos superfluos. En vacaciones nos permitimos gastos que no solemos realizar en cualquier otro periodo del año. Se incrementan las comidas fuera de casa, las tapas, raciones y copas, las compras de ropa de temporada, recuerdos o artículos «veraniegos». Procure que estos gastos no sobrepasen sus previsiones.
9.No bajar la guardia. El viejo tópico del «turista incauto» es más frecuente de lo que nuestra autoestima nos haría pensar. En su destino de vacaciones, le recomendamos que, antes de comprar, se informe bien, estudie el precio y exija que, en cuanto a publicidad, precios, facturas legales y calidad, se respeten los derechos que, como consumidor, tiene reconocidos.
10.Guardar todas las facturas, tarifas, reservas, billetes o títulos de transporte, los folletos de las agencias y otros anuncios. Estos documentos serán imprescindibles para futuras reclamaciones y poder recuperar, en su caso, el dinero que haya abonado.