Delta Air Lines y Northwest Airlines llegaron ayer a un acuerdo de fusión mediante la transacción de todas sus acciones, por valor de 17.700 millones de dólares (11.172 millones de euros), que dará lugar a la compañía aérea más grande del mundo, por encima de American Airlines, con una facturación anual de más de 35.000 millones de dólares (22.086 millones de euros).
La nueva aerolínea operará bajo el nombre de Delta y contará con una flota de cerca de 800 aviones y 75.000 empleados. Integrará las redes de rutas de ambas compañías para ofrecer a los clientes un mayor número de opciones, tarifas competitivas y servicios de máxima calidad, con más destinos que cualquier otra aerolínea.
El acuerdo de fusión contempla que los accionistas de Northwest recibirán 1,25 acciones de Delta por cada acción de Northwest. Los accionistas de esta última, por su parte, recibirán 13,10 dólares (8,27 euros) por cada uno de sus títulos en la figura de acciones de Delta, basado en el precio de cierre del lunes de 11,22 dólares (siete euros) por acción, lo que representa una prima de un 17% sobre la cotización final de la aerolínea.
La fusión está sujeta a la aprobación de los accionistas de Delta y Northwest y a la autorización de la Administración estadounidense. Hasta que no se obtengan las autorizaciones necesarias, no se producirán cambios en los horarios de los vuelos, programas para viajeros frecuentes, servicio al cliente y organización de las aerolíneas.
El presidente ejecutivo actual de Delta Air Lines, Richard Anderson, lo será también de la nueva compañía. El vicepresidente y director financiero de Delta, Ed Bastian, seguirá ocupando los mismos cargos. Por su parte, Doug Steenland, consejero delegado de Northwest, será miembro del consejo de administración de la nueva aerolínea.
El próximo 5 de junio está previsto que Delta Air Lines realice el primer vuelo sin escalas Málaga-Nueva York, con cuatro conexiones a la semana.