Cuando se va a efectuar un viaje, el consumidor debe consultar siempre con varias agencias con el fin de comparar adecuadamente entre ellas la relación calidad-precio. También resulta conveniente solicitar folletos informativos en cada una de las agencias y estudiar atentamente los destinos, duración, categoría de los establecimientos, servicios contratados y precio total. El contenido del folleto se considera parte del contrato, por lo que la información contenida será precisa y veraz, hay que conservar el folleto hasta la finalización del viaje para probar un posible incumplimiento.
Entre los tipos de contratos que ofrecen las agencias de viajes destacan los siguientes:
– Servicios sueltos: Se facilitan elementos aislados de un viaje o estancia (traslado, hotel, alquiler de vehículos…) El precio del servicio contratado se puede incrementar con los gastos de gestión cobrados por la agencia.
– Viajes combinados: Por un precio global, se ponen a disposición del consumidor un conjunto de servicios previamente programados, siempre que la duración del servicio sea superior a 24 horas o se incluya al menos una noche de estancia. En estos viajes hay que tener en cuenta:
– El contrato de viaje combinado se debe hacer por escrito, entregándose al consumidor una copia que deberá conservar.
– La agencia puede exigir un depósito, pero tiene que entregar el correspondiente recibo.
– La agencia sólo podrá modificar los precios contratados cuando esta posibilidad se incluya en el contrato, pero en ningún caso podrá hacerlo en los veinte días anteriores a la salida del viaje.
– Si se anulara el viaje combinado, se le devolverán las cantidades abonadas, pero le descontarán salvo causa de fuerza mayor, los gastos de gestión, los de anulación si existieran, y una indemnización que puede ir desde el 5% del precio total, si se anula entre 11 a 14 días antes de la partida, hasta el 25% cuando se haga dentro de las 48 horas anteriores a la salida. Si, con motivo del viaje, surgieran problemas hay que procurar que éstos se resuelvan en el mismo lugar en que se producen (hotel, medio de transporte, etc…) Si no se llegaran a solucionar es importante tomar fotografías de las deficiencias apreciadas para, a continuación, poner la correspondiente reclamación. Finalmente, cabe comunicar las quejas a la agencia y si no se resolvieran de forma amistosa, deben cumplimentarse las hojas de reclamaciones que la empresa ha de tener a disposición del usuario.