El turismo, que aporta un 11% del Producto Interior Bruto (PIB) y un 12% del empleo nacional, es un sector «saneado y con futuro», pero precisa de una modernización urgente para adaptarse a unos visitantes cada vez más «exigentes» y a una competencia internacional feroz. Así lo defendió ayer el ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, en la presentación de un paquete de medidas que el Gobierno ha aprobado para revitalizar esta actividad, que presenta síntomas de ralentización -e incluso retroceso- desde hace algunos años.
En vísperas de que comience el verano, la habitual reunión semanal del Consejo de Ministros estuvo dedicada de forma casi monográfica a analizar la situación del turismo, sus perspectivas de futuro y la estrategia necesaria para mantener el liderazgo mundial en un área «fundamental» para la economía. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, destacó que el sector experimenta una situación de «constante crecimiento», aunque advirtió que «no cabe la complacencia».
Recordó que España fue durante el año pasado el segundo país del mundo con más visitantes (53 millones, sólo superado por Francia) y con mayores ingresos (36.000 millones de euros, sólo por detrás de Estados Unidos). Sin embargo, las pernoctaciones y el gasto efectuado por cada visitante se han estancado, mientras que la ocupación ha decrecido debido a la sobreoferta.
Coordinación
El éxito de las medidas aprobadas por el Ejecutivo depende en gran medida de la coordinación que se alcance con las autonomías y los ayuntamientos, que tienen amplias competencias en esta materia. Por ello, el Consejo de Ministros dio luz verde a la creación del Consejo Español de Turismo, que reunirá a los tres niveles de la Administración y a las empresas y que deberá fijar la estrategia común a seguir para garantizar el futuro del sector. Montilla anunció que Industria concederá este año 107 millones de euros (7 millones más de lo inicialmente previsto) en créditos blandos a ayuntamientos y empresas para revitalizar los destinos turísticos «maduros».
Los préstamos -que serán gestionados a través del Fondo de Modernización de Infraestructuras Turísticas (FOMIT)- irán a parar a localidades que estén «saturadas urbanística y medioambientalmente», que carezcan de equipamientos adecuados y que no atraigan inversiones. Antes de conseguir el crédito, los aspirantes deberán pasar un primer examen de las comunidades autónomas, que se encargarán de priorizar las necesidades de cada territorio. Las inversiones realizadas por los entes locales, por su parte, deberán ir acompañadas de desembolsos del sector privado para favorecer un «mayor impacto» de las mejoras.
El Consejo también aprobó la suscripción de acuerdos de colaboración por un importe total de 6,8 millones de euros para el desarrollo de siete planes de dinamización turística en Murcia (Sierra Minera), Tarragona (Terres de l’Ebre), Teruel (Sierra de Javalambre), Almería (Levante almenriense), Málaga (Guadalhorce-Gaudalteba), Zaragoza (campo de Daroca), Asturias (Bajo Nalón) y otros tres de promoción de la excelencia en Murcia (Mar Menor), Islas Baleares (Ibiza) y Cantabria (Santillana del Mar). La dotación final podría aumentar hasta los 20,4 millones, ya que las autonomías y los ayuntamientos tiene la posibilidad de aportar cantidades similares.
Fernández de la Vega indicó que el Gobierno también impulsará un «ambicioso» conjunto de medidas complementarias, que la Comisión Interministerial de Turismo desarrollará en el plazo de seis meses. Entre ellas, destacó las encaminadas a promocionar el turismo rural, cultural y deportivo en el exterior.
