El Consejo de Ministros decidió ayer imponer un arbitraje obligatorio para cerrar la crisis entre Iberia y sus pilotos, que el jueves desembocó en una gravísima crisis al anunciar la compañía la suspensión de todas sus operaciones, decisión rectificada horas más tarde por las presiones del Gobierno. Se designará a una persona que en cuatro días escuche las alegaciones de ambas partes y emita un dictamen que Sepla e Iberia deberán aceptar sin excusas.
«El arbitraje obligatorio deja la huelga sin efecto y lo acataremos, aunque no estamos de acuerdo», dijo Jaime Lacasa, jefe de la sección sindical de Sepla en rueda de prensa. Con esta declaración, Sepla ha despejado el camino para desconvocar las jornadas de huelga previstas para julio y agosto, aunque Lacasa precisó que no sería Sepla sino el arbitro a quien le correspondería desconvocar los paros.
El presidente del Gobierno, José María Aznar, justificó la decisión afirmando que «no puede ser que los intereses de unos pocos, aunque sean legítimos, tengan consecuencias para todo el país». El presidente criticó la decisión del presidente de Iberia, Xabier de Irala, que suspendió todos los vuelos durante cinco horas y media al argumentar que el Gobierno interviene con el fin de «impedir que haya decenas de miles de personas que se puedan quedar atrapadas, incomunicadas, sin la más mínima posibilidad de viajar».
El dirigente del Sepla anunció que su sindicato acata el arbitraje obligatorio impuesto por el Consejo de Ministros, pero que presentará una demanda porque no están de acuerdo con él. Tienen ocho días de plazo para recurrirlo, aunque ello no paraliza el laudo, ya que los tribunales pueden tardar años en resolverlo. Lacasa afirmó que «una acción supuestamente ilegal como la adoptada por Irala de suspender los vuelos de la compañía, no puede ser amparada por la decisión del Gobierno de imponer un arbitraje obligatorio». El Sepla ha exigido que la compañía readmita a los 27 pilotos despedidos hasta ahora y elimine los cinco expedientes abiertos a los comandantes que dimitieron de la dirección de operaciones para retomar «la normalidad».
Desde que a las 5:25 horas de ayer Iberia reanudara sus vuelos se respira normalidad en los aeropuertos y no se registran demoras significativas. Iberia y los pilotos llevan meses tratando de alcanzar un acuerdo para firmar el convenio colectivo y las diferencias estuvieron a punto hace unos meses de paralizar la esperada salida a bolsa de la aerolínea.