Es conveniente que antes siquiera de poner pie en el lugar de destino tener una idea del precio de los servicios o productos de la zona, así se evitarán sorpresas y se prevendrán posibles timos o estafas. Se trata simplemente de recabar información sobre el lugar donde se van a pasar las vacaciones. Cualquier dato es válido para hacerse una composición de lugar, desde un somero repaso por su situación geográfica, sus costumbres sociales o su historia, hasta la memorización de al menos las frases más necesarias en la lengua local.
Los precios que resultará más útil averiguar son los de los taxis y transportes públicos (considerando que seguramente serán el medio de transporte habitual en el lugar), los de los restaurantes y cafetería y los de los productos de primera necesidad.
Si, en cambio, se tiene pensado alquilar un vehículo sería recomendable documentarse sobre las normas de seguros de circulación de cada país.