Como norma general, las diferentes compañías aéreas establecen un peso máximo de equipaje en función del precio del billete que se adquiere. Así, un pasajero, cuya reserva esté realizada para viajar en primera clase o en clase preferente dispondrá de un peso máximo de 30 kilos en su bagaje. Mientras que aquellas tarifas que resultan más económicas para volar en avión tienen restringido su peso máximo de dotación a los 20 kilos.
Bien es cierto que existen ciertas excepciones a esta regla general, puesto que las líneas que cubren el trayecto España y Estados Unidos o Canadá, y viceversa, centran su control de equipaje en un sistema de piezas. Dicho sistema consiste en imponer una limitación en el número de maletas y otros accesorios de un volumen determinado. En cualquier caso, y si las propias condiciones del avión lo permiten se puede llegar a facturar más equipaje del permitido, previo pago de una cantidad estipulada en relación al exceso de bultos.
Por otra parte, también hay que tener en cuenta que además del bagaje facturado, los pasajeros del avión también pueden llevar consigo como equipaje de mano enseres u objetos de poco peso y volumen. La UE limitará, a partir de noviembre, a 56x45x25 centímetros el tamaño de las bolsas de mano que se pueden llevar a bordo, con algunas excepciones (por ejemplo, instrumentos musicales). De igual modo, únicamente será de 100 mililitros como máximo el volumen de líquidos que podrán transportar los pasajeros en Europa y se fijarán otras restricciones aplicables a los equipajes para aumentar la seguridad en los vuelos.
Equipaje prohibido por seguridad
Otro aspecto interesante al que conviene prestar atención cuando se pretende viajar en avión reside en conocer qué objetos y substancias queda terminantemente prohibido incluir como equipaje de mano o facturado. Esta medida de seguridad, en principio, corresponde a ciertos productos que, a simple vista, resultan inofensivos, pero que en pleno vuelo adquieren una categoría potencialmente peligrosa, como consecuencia de la propia temperatura y de la presión que soporta el avión, e incluso hasta por su propio movimiento.
Breve listado de productos y objetos prohibidos:
–Artículos dedicados a la limpieza del hogar, dado que las sustancias químicas que poseen pueden generar emanaciones tóxicas o incluso corrosión.
–Materiales radioactivos o incluso maletas con sistemas de alarma incorporados.
–Líquidos inflamables, combustibles o bombonas de gas, entre otros, para evitar los escapes y provocar un incendio.
–Aquellos equipos electrónicos que puedan generar problemas como la creación de interferencias en el sistema de comunicación y navegación del propio avión.
–Cualquier tipo de mechero y cerillas. Aumentan considerablemente el riesgo de incendio, dado que se pueden encender por efecto de fricción.