Estados Unidos impondrá nuevas restricciones que harán más complicados aún los trámites de embarque en un avión y la capacidad de los pasajeros de ir de un lado a otro del aparato. El Gobierno estadounidense no ha sido muy explícito sobre los pasos a tomar, ya que argumenta que pretende que las medidas de seguridad resulten «impredecibles», de tal modo que los pasajeros no encuentren los mismos tipos de controles en cada aeropuerto.
Las informaciones filtradas por algunas líneas aéreas indican que los pasajeros en vuelos internacionales con llegada a Estados Unidos deberían permanecer en sus asientos la última hora del vuelo y sin ningún objeto personal a mano. Además, sólo se permitirá subir a bordo una pieza de equipaje pequeña. Aunque el incremento de la seguridad se centrará en los viajes internacionales, los pasajeros que hagan trayectos domésticos serán sometidos a nuevos controles que harán más lentos los ya de por sí complicados tránsitos en los aeródromos. Fuentes del sector apuntan que, como sucedió tras los atentados del 11-S, el plan de restricciones que preparan las autoridades estadounidenses traerá importantes cambios en la rutina de viajar.
La Casa Blanca ha ordenado como primera prioridad revisar el funcionamiento de las listas de pasajeros admisibles en vuelos con destino a o desde Estados Unidos, destacó por su parte el portavoz presidencial, Robert Gibbs. También aquí se prevén importantes cambios en el sistema de vigilancia que usan las agencias del Gobierno donde se recoge los diversos riesgos de amenazas. Gibbs afirmó que el presidente, Barak Obama, mostró su sorpresa tras saber que un hombre que trasportaba una sustancia tan peligrosa como PETN (tetranitrato de pentaeritritol) pudo embarcar a bordo de un vuelo transoceánico en Ámsterdam.
El Gobierno había incluido a este hombre en una lista de posibles terroristas hace un mes, aunque ocupaba una categoría de «bajo riesgo». En cualquier caso, no había suficientes datos como para incluir su nombre en otra lista de control, en este caso de pasajeros no admisibles a bordo de aviones comerciales, aseguró la jefa de Seguridad Nacional, Janet Napolitano. La cuestión todavía por aclarar de si Al Qaeda ha tenido que ver algo en los planes del joven nigeriano es objeto de una intensa investigación, según declaraciones de la propia Napolitano. Sin embargo, descartó que el intento de explosionar el avión de Delta a su llegada a Detroit formara parte de un ataque de más envergadura.