Las autoridades francesas y belgas de aviación civil publicaron ayer las «listas negras» de compañías aéreas que tienen prohibido operar en sus aeropuertos, así como entrar en sus espacios aéreos por no cumplir los estándares de calidad fijados por la Organización Internacional de la Aviación Civil (OACI). Se da la casualidad de que las relaciones de ambos países no coinciden en ningún registro.
La Dirección General de Aviación Civil francesa hizo pública en su página web una lista de cinco aerolíneas que considera inseguras: Air Koryo (Corea del Norte), Air Saint-Thomas (EE.UU.), International Air Service (Liberia), Linhas Aereas de Mozambique -y su filial Transairways- y Phuket Airlines (Tailandia).
Por su parte, la Dirección General de Transporte Aéreo de Bélgica anunció su veto a Africa Lines (República Centroafricana), Air Memphis (Egipto), Air Van Airlines (Armenia), Central Air Express (República Democrática del Congo), ICTTPW (Libia), International Air Tours (Nigeria), Johnsons Air (Ghana), Silverback Cargo Freighters (Ruanda) y South Airlines (Ucrania).
Los Veinticinco aprobaron la creación de una «lista negra» europea el pasado mes de abril y el reglamento tiene que pasar ahora la primera lectura de la Eurocámara. Cuando entre en vigor, cada Estado miembro deberá establecer una lista nacional y, al final de este proceso, la Comisión Europea consolidará una lista común para toda Europa.
Hasta ahora, sólo el Reino Unido había hecho público su propio listado, que incluye a las compañías aéreas de Guinea Ecuatorial, Liberia, Tayikistán, Sierra Leona, Congo, Mauritania, Ghana y Suazilandia.
En España no existe ninguna compañía aérea vetada, según reconocen fuentes del Ministerio de Fomento, del que depende la Dirección General de Aviación Civil (DGAC). Sin embargo, la compañía aérea Air Mauritanie, clasificada por el Reino Unido como «no fiable», opera en el aeropuerto de Gran Canaria con una flota de aviones a los que se conoce como «pájaros locos» por la escasa atención que prestan a los controladores, según denunció ayer el Partido Verde Canario.
Críticas
La publicación de estas listas no ha estado exenta de críticas. Varias asociaciones de consumidores y los profesionales del sector turístico se han quejado del carácter parcial de los listados, «que no ofrecen una imagen global y clara para los pasajeros».
Asimismo, las asociaciones de familiares de víctimas de accidentes han denunciado que no se incluye a ninguna de las compañías cuyos aviones han sufrido en los últimos tiempos accidentes. En ese sentido, Marc Chernet, presidente de uno de estos colectivos, ha criticado que la lista francesa no incorpora a aerolíneas de países con los que Francia mantiene acuerdos bilaterales.
SEPLA
El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) ha pedido al Ministerio de Fomento que desarrolle un sistema de inspección para las compañías aéreas y que paralice las operaciones de aquellas que sean poco seguras.
En opinión de los pilotos, resulta «inadmisible» que un país con tantos vuelos, y que depende tanto del turismo, «no haya desarrollado un cuerpo de inspección». En este sentido, recuerdan que actualmente sólo hay tres inspectores para todas las operaciones aéreas que se realizan en España, 1,7 millones el pasado año, lo que significa que «se está inspeccionando uno de cada 10.000 vuelos».
El SEPLA asegura que existe personal «de sobra» capacitado para realizar las inspecciones, pues en estos momentos hay muchos pilotos en paro; «pero, por alguna razón, nuestro país delega estas revisiones en las propias compañías». El sindicato sospecha que «detrás tiene que haber intereses comerciales».
AECA
Por su parte, la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA) ha expresado que tiene «serias dudas» sobre la efectividad de las «listas negras», ya que, a su juicio, no garantizan que nadie vaya a «mejorar la seguridad».
Felipe Navío, presidente de AECA, afirma que todas las compañías aéreas españolas cumplen los requisitos necesarios de seguridad. Unos estándares que también cumplen las aerolíneas de bajo coste o «low cost», dado que están sujetas a la «la misma normativa de seguridad que las de bandera e incluso que las de vuelos charter», señala Navío.
El recorte de costes que ejecutan las «low cost» con el objetivo de abaratar sus billetes se efectúa, según el responsable de AECA, en «temas comerciales y de intermediarios». «Es una nueva forma de entender el negocio, pero sin menoscabo de la seguridad, ya que cumplen la misma normativa que el resto de compañías».