La dirección de Iberia y los pilotos afiliados al Sepla negociaban a última hora de la noche un nuevo encuentro con la intención de conseguir un acuerdo económico que satisfaga al colectivo de trabajadores y anule la próxima huelga prevista para el martes. Iberia, a pesar de todo, ha cancelado 230 vuelos de los 1.022 programados para el martes, lo que significa mantener un 75% de los vuelos programados. A la entrada a la reunión de ayer miembros de las dos partes se mostraron conscientes de que tendrían que ceder en sus posiciones si querían que el entendimiento se produjera.
La compañía había advertido que su última oferta era «inmejorable» y el sindicato, que nunca renunciaría a percibir el dinero que actualmente la empresa descuenta a los trabajadores «sin argumentos suficientes» y una vez que la situación de quiebra, que en su momento planeó sobre Iberia ha desaparecido, según explicó un portavoz del Sepla.
Cada paro cuesta 1.400 millones de pérdidas y si se quieren paliar los efectos de la tercera jornada de huelga el tiempo apremia y el acercamiento no puede esperar. No obstante, para cubrir los servicios mínimos en caso de que las protestas continúen Iberia estimó conveniente la cancelación de 230 vuelos de los 1.022 programados para el martes, lo que significa que mantiene el 75% de la actividad.
