El Interrail nació alrededor de 1972, promovido por un consorcio de compañías ferroviarias, con la idea de ofrecer a los jóvenes una forma de ocio diferente. Actualmente se ha convertido en una excelente opción para las personas que quieran conocer Europa con gran libertad de movimientos sin depender de las tradicionales rutas turísticas organizadas por las agencias de viajes.
Esta forma de viajar consiste en adquirir un billete que da derecho a coger todos los trenes de un área determinada, haciendo las paradas que se desee pero con un tiempo de validez limitado. Existen ocho zonas geográficas por las que se puede optar al comprar el billete. Estas áreas engloban gran cantidad de países europeos como Suecia, Dinamarca, Bélgica, Francia, etc. Así, la duración y extensión del viaje dependen del número de zonas elegidas.
Normalmente, el tiempo establecido para este tipo de viajes se encuentra entre 22 y 30 días. En el caso de viajar a una sola zona se dispondrá de 22 días para conocer las ciudades incluidas en ella, sin embargo, el plazo se ampliará a 30 días si se decanta por varias áreas. Recientemente se ha creado una nueva modalidad de billete con una duración de 12 días para aquellas personas que quieran viajar pero que dispongan de poco tiempo.
El Interrail está diseñado para jóvenes viajeros que no gozan de un nivel adquisitivo muy alto. Inicialmente, la edad máxima para realizar estos viajes era de 21 años, pero este límite se ha incrementado hasta los 26 años. Esto no significa que los mayores de 26 no puedan realizar este tipo de turismo. Sí pueden viajar de esta forma pero con tarifas más elevadas. Por esta razón, la mayor parte de los usuarios tienen edades comprendidas entre los 12 y 26 años. En algunos trenes, incluso se admiten a menores, de 4 a 12 años.
En cuanto al precio del billete, éste no resulta ningún problema porque los viajes son bastante económicos acorde con el tipo de usuarios, normalmente estudiantes. Los precios oscilan entre los 170 euros para una zona y pueden alcanzar los 350 euros si la duración del viaje se extiende a un mes visitando varias áreas. Además de tener en cuenta las zonas, el coste varía según la edad del viajero. Como ejemplo tenemos que, para los mayores de 26 años el precio se incrementa entre un 30% y un 50%.
Aunque el precio del billete sea barato, no es el único gasto que tienen los viajeros en sus rutas, ya que a este coste lógicamente hay que sumar la estancia en los países y la comida diaria. Un medio para poder dormir y ahorrar en los gastos de hotel es aprovechar los viajes nocturnos en tren. Por eso es importante calcular la ruta de manera que al menos algún día de la semana los desplazamientos a otra ciudad o país sean por la noche.
Entre las ventajas de Interrrail, además de su bajo coste, también resulta importante destacar que viajar en tren es relativamente rápido, puesto que no es necesario esperar en las fronteras, ni hacer largas colas en los aeropuertos, etc. Sin embargo, también hay un inconveniente: algunos trenes rápidos incorporan un suplemento en el precio que, pese a no ser elevado, encarece algo el precio.
Al igual que para los jóvenes resulta ventajoso viajar así por Europa, también es rentable para los países que forman parte de las zonas por las que viajan los trenes. Esto se debe a que Interrail funciona como una cesta de dinero en la que, al final del año, cada país recauda tanto dinero como usuarios hayan pasado por sus vías.