Interrail

Una forma económica y aconsejable de recorrer en tren Europa y Marruecos
Por Yolanda A.C. 8 de septiembre de 2003

Una mochila con lo imprescindible, espíritu viajero, muchas ganas de recorrer nuevos sitios, de hacer amigos y sobre todo de vivir una experiencia inolvidable, es lo único que hace falta para convertirse en uno de los miles de ‘interraileros’ que ya han cruzado el viejo continente de punta a punta y que, incluso, han llegado a Marruecos o a la zona asiática de Turquía. El pase Interrail ofrece a todos los ciudadanos europeos, marroquíes, de Argelia o Túnez la posibilidad de conocer estos países teniendo como medio de transporte el tren.

¿Qué es el Interrail y quiénes pueden beneficiarse de él?

Interrail se creó en 1972 en el seno del organismo de los ferrocarriles europeos denominado Union Internationale des Chemins de Fer (UIC) para facilitar los desplazamientos en tren por Europa a los jóvenes menores de 26 años y mayores de 12 años. Actualmente, es un billete que permite viajar en este medio de transporte en segunda clase, sin limitación de kilómetros, por 28 países europeos, por Marruecos y por la zona asiática de Turquía. Existen varias modalidades, cuyos precios dependerán de la edad de la persona que se decida por esta opción y de las zonas que elija. Se puede comprar en cualquier taquilla de la empresa ferroviaria Renfe o en agencias de viajes.

La oferta de Interrail se amplió en 1998 y ya existen tres gamas: “menores de 26 años, mayores de 26 o con esta edad y niños menores de 12 años”, por lo que, hoy en día, todo el mundo puede beneficiarse de esta opción, según informa un portavoz de Renfe.

Los requisitos para beneficiarse del Interrail son simples: estar domiciliado en alguno de los países europeos que componen la oferta o en Marruecos, Argelia o Túnez. También tienen acceso a esta modalidad aquellas personas que puedan justificar una residencia mínima de seis meses en cualquiera de los sitios anteriores. Para los que no cumplan estas condiciones existen otras opciones de pases ferroviarios distintos al Interrail, como es el Eurail.

Qué países visitar Los países por los que se puede viajar con Interrail están agrupados en ocho zonas (A, B, C, D, E, F, G y H). Sin embargo, no tiene validez en el país de origen, es decir, un español podrá elegir la zona F, pero sólo para viajar por Portugal o Marruecos, nunca para circular por el territorio español, precisan desde Renfe.

Cada zona engloba los siguientes países:

  • ZONA A: Reino Unido (Gran Bretaña e Irlanda del Norte) y la República de Irlanda.
  • ZONA B: Suecia, Noruega y Finlandia.
  • ZONA C: Dinamarca, Alemania, Suiza y Austria.
  • ZONA D: Polonia, República Checa, Hungría, Croacia y Eslovaquia.
  • ZONA E: Francia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo.
  • ZONA F: España, Portugal y Marruecos.
  • ZONA G: Italia, Eslovenia, Grecia, Turquía.
  • ZONA H: Bulgaria, Rumanía, la antigua Yugoslavia (Serbia y Montenegro) y la Antigua República Yugoslava de Macedonia.

Las ventas demuestran que los principales destinos de los europeos son Francia, España e Italia; de hecho, de los 154.000 billetes que se vendieron el año pasado en toda Europa, 35.000 incluyeron la zona F, donde se encuentra España, junto a Portugal y Marruecos. Asimismo, los destinos más solicitados por los españoles son, por este orden: el país galo, Bélgica, Holanda y Luxemburgo (zona E); Alemania, Suiza y Austria (zona C); Italia y Grecia (zona G), y Gran Bretaña (zona A).

España ocupa el tercer puesto en la clasificación de los países europeos vendedores de este billete internacional, superándolo únicamente Inglaterra e Italia. En 2002 se vendieron 17.352 pases Interrail, lo que representa un crecimiento del 30% respecto al año anterior. Las comunidades de Madrid y Cataluña fueron las que registraron mayores ventas, seguidas por las de País Vasco, Andalucía y Valencia.

Junio, julio, agosto y septiembre, coincidiendo con el periodo de vacaciones estivales, son los meses en los que se venden más billetes Interrail, sobre todo en julio. Por el contrario, enero es en el que menos, comenta el portavoz de Renfe.

Precios

Las tarifas se fijan en función de la zona o zonas elegidas y de la edad de la persona que adquiera este pase, según indican desde Renfe. Con el billete Interrail de una zona se puede viajar por la misma durante 12 ó 22 días, mientras que con uno de dos zonas, de tres o con el pase global (incluye todas las zonas), se tiene la opción de desplazarse durante un mes, todos ellos sin limitación kilométrica.

Los precios, por tanto, son los siguientes:

ZONAS
MENORES DE 26
MAYORES DE 26
MENORES DE 12
1 zona, 12 días
182 euros
266 euros
133 euros
1 zona, 22 días
219 euros
318 euros
159 euros
2 zonas, 1 mes
285 euros
402 euros
201 euros
3 zonas, 1 mes
329 euros
468 euros
234 euros
Global, 1 mes
389 euros
552 euros
276 euros

En el grupo de menores de 12 años se incluyen los niños de entre 4 y 11 años de edad, puesto que el acceso para aquéllos que tengan menos de 4 años es gratuito. El pase Interrail se puede comprar con 60 días de antelación y el usuario es el que elige la fecha en la que comienzan a contar los días. En un principio, el billete te da derecho, tal y como exponen desde Renfe, a usar todos los trenes sin suplemento en segunda clase, pagando un pequeño porcentaje en trenes como los de alta velocidad o coche-cama.

Como el billete no vale para el país de origen, el tren desde la ciudad en la que se encuentre el ‘interrailero’ al punto donde comienza la zona que ha elegido vale la mitad de lo que costaría normalmente. Por cierto, si el viajero se arrepiente y anula el pase antes del comienzo, “Renfe le devuelve el dinero, pero no lo sustituye si lo pierde o se lo roban”, según especifican desde la empresa ferroviaria.

Hay compañías que no se incluyen en la oferta de Interrail, por lo que el usuario no podrá obtener el pase gratuito. No obstante, sí se podrá beneficiar de un descuento, que suele ser de un 30 o un 50%. Un ejemplo es el ferry de Dover (Inglaterra) a Calais (Francia), donde el billete vale la mitad.

En cuanto al coste total que puede suponer un Interrail, es muy difícil concretar una cifra, ya que intervienen aspectos diferentes y, además, todos ellos responden a una elección personal, tales como “cuántos países se van a visitar y cuáles son, dónde se dormirá, en qué sitios se comerá, etcétera”, declaran desde Renfe.

Cómo organizar el Interrail

Si algo caracteriza al Interrail es, precisamente, que se trata de una modalidad de viaje muy personal. De todos modos, y en líneas generales, lo primero que hay que hacer una vez que ya se han elegido las zonas por las que se va a viajar, es elaborar un itinerario base en el que aparezcan las ciudades principales por las que se quiere pasar. Siempre que sea posible es aconsejable contar a priori con los itinerarios y los horarios de los trayectos que se van a seguir, de este modo se evitan problemas como que no haya trenes a la hora que se quiere salir. Esa información se puede encontrar bien en Renfe bien en Internet bien en las estaciones de las ciudades de destino.

Junto al pase de Interrail, se entregan unas hojas donde el viajero debe ir anotando el itinerario elegido, con las estaciones de salida y llegada y los horarios, de modo que el revisor lo vaya marcando, explica María Segura, una ‘interrailera’ malagueña, que recomienda hacer uno de estos viajes, ya que, “además de la experiencia en sí, te familiarizas con Europa, hay una mayor unión y conoces sitios preciosos”.

En este sentido se pronuncia Alfonso Herráiz, quien manifiesta que “es un modo muy recomendable de viajar porque es barato, conoces Europa y haces un montón de amigos”. “Mi experiencia -añade- fue maravillosa, estuve con mi novia en Bruselas, Brujas, Amsterdam y la Costa Azul francesa, entre otros sitios, y en el tren conocí a muchísima gente de muy diversos lugares, Chile, Argentina, Alemania, Holanda, Asturias…; nos juntamos un grupo de treinta personas y fue genial”.

En función del itinerario, sobre todo en las largas distancias, en ocasiones es recomendable coger un tren “especial”, señala un portavoz de Renfe, como puede ser uno de alta velocidad o un coche-cama, aunque para ello haya que pagar un plus, ya que, generalmente, no es muy alto y permite ahorrar horas en el trayecto.

El alojamiento es una de las claves para que el Interrail funcione bien, por lo que, antes de salir, es conveniente informarse sobre las alternativas que se encontrarán en el camino e, incluso, si es posible, hacer alguna reserva desde casa. Albergues, campings, hostales, hoteles o pensiones son opciones válidas; las que se elijan finalmente dependerán de cada uno.

No obstante, Alfonso Herráiz recomienda utilizar los albergues, porque aunque en los últimos años han aumentado de precio, siguen siendo una alternativa asequible a todos los bolsillos. Por eso, indica que es conveniente hacerse el carné de alberguista, ya que “te permite conseguir alojamiento en muy buenas condiciones y a precios muy baratos”.

Pese a esto, Herráiz insiste en que “es mejor aprovechar la noche para viajar y así descansar en el tren, que aunque no ofrezca una comodidad increíble, te permite ahorrar tiempo y dinero”. Además, para coger sitio en los albergues “hay que llegar a primera hora del día, que es cuando la gente se va y se quedan las plazas libres, por lo que es mejor planificarse y viajar de noche para llegar pronto al lugar de destino si es que se piensa estar más de un día en él”.

Poco equipaje es otra recomendación que hacen tanto Segura como Herráiz, puesto que como afirma éste último “a veces tienes que ir con el equipaje todo el día porque, aunque en ocasiones puedas dejarlo en las consignas de la estación, no son muy fiables y es mejor llevarlo todo encima y con un buen candado”. Así, María Segura agrega que en casi todos los albergues hay lavadora, por lo que no es necesario ir cargado de ropa, al tiempo que recuerda que en verano hace calor en Europa y no hace falta “ir cargados con jerseys”.

En el caso concreto de Herráiz, en la mochila llevaba la mitad con ropa y la otra con comida no perecedera porque, como advierte, “los precios para comer en Europa son bastantes altos y no muy asequibles para el bolsillo de los estudiantes, como era mi caso”.

Además, una buena guía es la página de Internet www.inter-rail.org, en la que, además de información muy útil sobre esta modalidad de viaje, hay un busca-compañeros que permitirá al ‘interrailero’ ponerse en contacto con gente que tenga sus mismas inquietudes. En la web verá varias opciones: rellenar un formulario con sus datos para que le encuentren, buscar directamente en la base de datos o dejar un mensaje en el foro. Así, si ninguno de sus amigos se atreve a acompañarle en el viaje, siempre podrá encontrar a otras personas que sí estén dispuestas a hacerlo.

Pases para no residentes en Europa, Marruecos, Argelia o Túnez

Si el viajero no es ciudadano europeo, de Marruecos, Argelia o Túnez, o no lleva viviendo en alguno de estos sitios al menos seis meses, tendrá que considerar otros pases distintos al Interrail, como puede ser el Eurail, con todas las variantes y posibilidades que ofrece. Hay que tener en cuenta, no obstante, que deberá comprarlos siempre en su lugar de origen, antes de llegar a los países de destino, aseveran desde Renfe.

Así, algunas de estas modalidades son el Eurail Pass, que es una tarjeta que permite viajar ilimitadamente entre 15 días y 3 meses de forma consecutiva (si un día no se coge ningún tren, se pierde). Si es sólo para un periodo de 10 a 15 días durante dos meses, es decir, días no consecutivos, la opción se denomina Eurail Flexipass. Ambos boletos cubren 17 países europeos: Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Portugal, República de Irlanda, España, Suecia y Suiza.

En caso de que se quiera viajar por menos países, existe la opción de comprar el Eurail Select Pass, que permite desplazarse a través de tres, cuatro o cinco de los países citados anteriormente, siempre que sean adyacentes y estén conectados por vía férrea o por barco dentro de la red Eurail. Si se va en un grupo de dos a seis personas se puede optar por el Eurail Saber Pass, que ofrece un descuento de aproximadamente un 15 por ciento; el único requisito es que los miembros vayan juntos durante todo el tiempo y que lo hagan en primera clase. Ahora bien, si el usuario tiene menos de 26 años puede conseguir un Youth Pass, que es más barato, aunque obliga a ir en segunda clase.

Las tarifas varían mucho y en el caso de los adultos pueden oscilar, según la duración del viaje y en líneas muy generales, entre los 555 y los 1.560 euros, y en los niños (hasta 11 años; los menores de 4 años tienen acceso gratuito), de 275 a 780 euros.

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