La compañía aérea EasyJet acaba de presentar en Londres el primer radar específico para detectar ceniza volcánica. Gracias a este sistema, la aerolínea espera minimizar «al máximo posible» el futuro impacto de estas nubes de ceniza en las operaciones aéreas. Los recientes cierres del espacio aéreo europeo obligaron a cancelar más de 100.000 vuelos en abril y tuvieron un impacto de 4.072 millones de euros para la economía mundial.
EasyJet realizará el primer vuelo de prueba con esta tecnología con un avión A340 en dos meses. A partir de los resultados de estas pruebas, la compañía podría instalar esta tecnología en sus propios aviones. Se trata del AVOID (Identificador y Detector Aéreo de Ceniza Volcánica en el Aire), un radar meteorológico con tecnología pionera en el mundo que se incorporará tanto en los aviones como en el servicio de tierra. El creador del sistema es el ingeniero Fred Prata, miembro del Instituto Noruego de Investigación. «AVOID mejora la teoría alrededor de la ceniza volcánica con datos en tiempo real», destacó Prata.
AVOID cuenta con tecnología infrarroja en el avión, que facilitará imágenes tanto a los pilotos como al centro de control de operaciones de tierra. El sistema es capaz de detectar ceniza a una distancia de hasta 100 kilómetros y en altitudes de entre 5.000 y 50.000 pies. Este nuevo sistema permitirá a los pilotos ajustar sus planes de vuelo para esquivar la ceniza en sus operaciones, para lo que utiliza un concepto muy similar a los radares meteorológicos estándar instalados en las diferentes aerolíneas.
«Esta tecnología pionera es la punta de lanza que convertirá en historia las largas alteraciones por ceniza y permitirá a nuestros aviones ver y evitar las nubes de ceniza igual que los radares meteorológicos hacen visibles las tormentas», explicó el director ejecutivo de EasyJet, Andy Harrison. En tierra, la información del avión con tecnología AVOID se usará para construir una imagen fiable y precisa de la nube volcánica en tiempo real, lo que permitirá abrir áreas del espacio aéreo que sin estos datos permanecerían cerradas durante erupciones volcánicas.